Escuchar "Unos nuevos hallazgos nos muestran sorprendentes detalles del Mecanismo de Anticitera"
Síntesis del Episodio
Unos nuevos hallazgos nos muestran sorprendentes detalles del Mecanismo de Anticitera
Año 1901.
Unos pescadores de esponjas del Egeo, los más diestros de Europa, localizan los restos de un naufragio.
Lo llamaron ‘el pecio de Anticitera’.
Los restos de esta galera romana que había naufragado siguen siendo una gran colección de tesoros de la Grecia antigua.
La teoría más aceptada para explicar la carga de este tesoro es que se perdió en el océano cuando iba camino a Roma.
Para celebrar el triunfo de Julio César.
Entre aquellas valiosas piezas, había un corroído objeto de bronce del tamaño de un ordenador portátil.
Sólo se conservaba un tercio del objeto.
Un año después, consiguen recuperar el enigmático mecanismo.
Algunos lo consideran como el primer ordenador de la historia de la humanidad.
Este mecanismo de Anticitera, con más de 2.000 años de historia nos sigue deparando sorpresas a medida que descubren más cosas sobre él.
Varios astrónomos de la Universidad de Glasgow han empleado un modelado estadístico para saber el número de agujeros de uno de sus anillos rotos.
Los estudios concluyeron con que el anillo contenía entre 354 y 355 agujeros.
Todos ellos en un círculo con un radio de 77,1 milímetros.
Así que estos se correspondían con el calendario lunar y no con los 365 agujeros que tendría si hubiera seguido el calendario solar.
Lo asombroso es la precisión con la que fueron horadados esos agujeros.
Revelando una notable destreza tecnológica de los antiguos griegos.
Hicieron falta técnicas de medición altamente precisas y unas manos firmes para perforarlos.
Sin duda, este mecanismo es una máquina adelantada a su tiempo.
Ya que algo así no lo veríamos hasta la Europa del año 1.500, con los primeros relojes mecánicos de complejos engranajes.
Este increíble invento combina conocimientos matemáticos con astronomía para predecir el movimiento de la luna y registrar los movimientos de los 5 planetas que se conocían entonces.
Las fases de nuestro satélite eran vitales en aquella época.
Ya que las fechas de muchas ceremonias se fijaban en función de los ciclos lunares.
Servían de guía para plantar los cultivos o planificar batallas y otros eventos.
Incluso, este mecanismo predecía los eclipses de hasta 19 años.
Lamentablemente, sólo se han conservado 82 piezas diferentes.
El artilugio completo mediría unos 340 milímetros de largo por 180 de alto y 90 milímetros de profundidad.
Los engranajes estaban hechos de bronce y la aleación utilizada era de un 95 por ciento de cobre y un 5 por ciento de estaño.
Las piezas metálicas fueron fabricadas a partir de láminas de bronce de entre 1 y 2 milímetros de grosor.
El mecanismo estaba contenido en una caja de madera.
La cara frontal tenía un disco con los 12 signos del zodíaco, marcados en sectores de 30 grados.
Y también contenía un anillo giratorio con el calendario egipcio con sus 12 meses de 30 días más 5 epagómenos.
Para mover el mecanismo se accionaba una manivela manual.
En la parte trasera hay al menos cuatro discos: uno, para el ciclo metónico, otro para el de Saros y otros dos para el de juegos y el exeligmos.
En total se han descifrado unas 3.500 letras y símbolos inscritos.
Que incluyen instrucciones astronómicas, técnicas y geográficas.
No sabemos quién pudo ser su genial creador.
Los nombres de los meses están en la lengua de Corinto.
De modo que su creador procedería de Corinto o de una de sus colonias, como Siracusa.
Debieron de existir otros más parecidos a este mecanismo de Anticitera, ya que Cicerón habla de ellos.
Este Sillicon Valley del Egeo de más de 2.000 años aún nos sigue planteando más de 1.000 preguntas sobre su origen.
Año 1901.
Unos pescadores de esponjas del Egeo, los más diestros de Europa, localizan los restos de un naufragio.
Lo llamaron ‘el pecio de Anticitera’.
Los restos de esta galera romana que había naufragado siguen siendo una gran colección de tesoros de la Grecia antigua.
La teoría más aceptada para explicar la carga de este tesoro es que se perdió en el océano cuando iba camino a Roma.
Para celebrar el triunfo de Julio César.
Entre aquellas valiosas piezas, había un corroído objeto de bronce del tamaño de un ordenador portátil.
Sólo se conservaba un tercio del objeto.
Un año después, consiguen recuperar el enigmático mecanismo.
Algunos lo consideran como el primer ordenador de la historia de la humanidad.
Este mecanismo de Anticitera, con más de 2.000 años de historia nos sigue deparando sorpresas a medida que descubren más cosas sobre él.
Varios astrónomos de la Universidad de Glasgow han empleado un modelado estadístico para saber el número de agujeros de uno de sus anillos rotos.
Los estudios concluyeron con que el anillo contenía entre 354 y 355 agujeros.
Todos ellos en un círculo con un radio de 77,1 milímetros.
Así que estos se correspondían con el calendario lunar y no con los 365 agujeros que tendría si hubiera seguido el calendario solar.
Lo asombroso es la precisión con la que fueron horadados esos agujeros.
Revelando una notable destreza tecnológica de los antiguos griegos.
Hicieron falta técnicas de medición altamente precisas y unas manos firmes para perforarlos.
Sin duda, este mecanismo es una máquina adelantada a su tiempo.
Ya que algo así no lo veríamos hasta la Europa del año 1.500, con los primeros relojes mecánicos de complejos engranajes.
Este increíble invento combina conocimientos matemáticos con astronomía para predecir el movimiento de la luna y registrar los movimientos de los 5 planetas que se conocían entonces.
Las fases de nuestro satélite eran vitales en aquella época.
Ya que las fechas de muchas ceremonias se fijaban en función de los ciclos lunares.
Servían de guía para plantar los cultivos o planificar batallas y otros eventos.
Incluso, este mecanismo predecía los eclipses de hasta 19 años.
Lamentablemente, sólo se han conservado 82 piezas diferentes.
El artilugio completo mediría unos 340 milímetros de largo por 180 de alto y 90 milímetros de profundidad.
Los engranajes estaban hechos de bronce y la aleación utilizada era de un 95 por ciento de cobre y un 5 por ciento de estaño.
Las piezas metálicas fueron fabricadas a partir de láminas de bronce de entre 1 y 2 milímetros de grosor.
El mecanismo estaba contenido en una caja de madera.
La cara frontal tenía un disco con los 12 signos del zodíaco, marcados en sectores de 30 grados.
Y también contenía un anillo giratorio con el calendario egipcio con sus 12 meses de 30 días más 5 epagómenos.
Para mover el mecanismo se accionaba una manivela manual.
En la parte trasera hay al menos cuatro discos: uno, para el ciclo metónico, otro para el de Saros y otros dos para el de juegos y el exeligmos.
En total se han descifrado unas 3.500 letras y símbolos inscritos.
Que incluyen instrucciones astronómicas, técnicas y geográficas.
No sabemos quién pudo ser su genial creador.
Los nombres de los meses están en la lengua de Corinto.
De modo que su creador procedería de Corinto o de una de sus colonias, como Siracusa.
Debieron de existir otros más parecidos a este mecanismo de Anticitera, ya que Cicerón habla de ellos.
Este Sillicon Valley del Egeo de más de 2.000 años aún nos sigue planteando más de 1.000 preguntas sobre su origen.
Más episodios del podcast PODCAST DE TIM BENIYORK EN BENIDORM
Los Robonautas. La futura generación de robots humanoides que conquistarán las misiones espaciales.
25/11/2025
Skull & Bones la poderosa sociedad secreta de Yale X LAURA PINTO PILAR FOLGADO & TIM BENIYORK
24/11/2025
La leyenda del Gigante Roldán y el tajo del Puig Campana 2025 X PAT PASTOR& PILAR FOLGADO
22/11/2025
Project Rainier de Bezos el mayor casero mundial de la IA. Aquí se almacenan tus datos de Chat GPT
22/11/2025
ZARZA Somos ZARZA, la firma de prestigio que esta detras de los grandes proyectos en tecnología de la información.