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Síntesis del Episodio
Project Rainier de Bezos el mayor casero mundial de la IA. Aquí se almacenan tus datos de Chat GPT
Todo lo que le cuentas a la inteligencia artificial se almacena aquí.
Y pertenece a Jeff Bezos.
Chat GPT nos ayuda a redactar trabajos, a traducir, a elaborar guiones o resúmenes.
Pero también es nuestro confidente.
Al que revelamos parte de nuestra intimidad, nuestros planes, viajes y algunos secretos.
Y toda esa información confidencial va a parar ahí también.
A un lugar que antes era un campo de maíz en la pradera de Indiana.
Y que ahora se ha convertido en el centro de datos más grande del planeta.
Su nombre es: Project Rainier.
Donde operan medio millón de chips.
Un reciente acuerdo ha cambiado el mapa de la IA.
Chat GPT dejará de estar exclusivamente en servidores de Microsoft, en la nube de Azure.
Y pasará a permanecer también en la infraestructura de Amazon Web Services.
La misma que ya controlaba a Claude, la IA de Antrhopic.
Por lo tanto, Bezos tiene acceso a las dos inteligencias artificiales más poderosas del planeta en su chiringuito.
Amazon ya conoce el historial de vuestras compras, las series y películas que os gustan o la música de vuestra playlist.
Ahora quiere acceder a un peldaño superior, a vuestros hábitos de consumo.
Open AI reconoció que un millón de usuarios semanales mantienen conversaciones relacionadas con crisis severas de salud mental.
Y esas conversaciones con Chat GPT están ahí para siempre.
Open AI usa las conversaciones para entrenar a su IA, salvo que desactives manualmente esa opción en los ajustes.
Cuando borramos un chat, este aún permanece treinta días en los servidores.
Además, una orden judicial obligó a Open AI a preservar indefinidamente todas las conversaciones de Chat GPT.
Incluidas las que creíamos que habíamos borrado para siempre.
Fue por un litigio sobre derechos de autor.
En definitiva, que toda esa información se podrá emplear para una investigación.
En la IA de Anthropic tus conversaciones flotan durante cinco años en sus servidores.
Si rechazas esa opción, se borran en treinta días.
La de Indiana no es la única nube descomunal.
China construyó 500 centros en dos años.
Algunos son submarinos para que se refrigeren en el océano.
El problema es el gasto enorme de energía.
Así que muchas tecnológicas abrazan la energía nuclear.
En Octubre, Bezos anunció sus planes de futuro para estas centrales.
Centros de datos en órbita terrestre y en la superficie lunar.
Blue Origin ya trabaja en ello.
En la luna, los centros contarían con un sol perpetuo, temperatura bajo cero y refrigeración gratis.
En marzo, la start up Lonestar ya probó con un prototipo del tamaño de un ladrillo en la luna.
Y Sam Altman apoya esta idea.
Sin embargo, los centros lunares sólo serán para respaldo, archivo y recuperación en caso de desastre.
Ya que el tiempo de latencia, desde allí, es de casi tres segundos.
Para lo urgente y cotidiano la solución pasa por el edge computing.
Procesar los datos dentro del propio vehículo o en los centros más cercanos.
En conclusión, que habrán más chips distribuidos por todas partes.
En breve llegarán los nuevos agentes de IA.
Los que harán cosas por nosotros: reservarán billetes, programarán citas médicas o se encargarán de la compra online.
Serán nuestros agentes, gestores y confidentes, todo en uno.
Aunque necesitarán que les demos permiso para que entren en nuestros correos, calendarios o números de cuenta.
Para proteger nuestra privacidad, nos prometen que serán datos encriptados.
Pero todo terminará en la misma caja fuerte.
En discos duros dentro de edificios que tienen dueño: Bezos.
El mayor casero mundial de la IA.
Todo lo que le cuentas a la inteligencia artificial se almacena aquí.
Y pertenece a Jeff Bezos.
Chat GPT nos ayuda a redactar trabajos, a traducir, a elaborar guiones o resúmenes.
Pero también es nuestro confidente.
Al que revelamos parte de nuestra intimidad, nuestros planes, viajes y algunos secretos.
Y toda esa información confidencial va a parar ahí también.
A un lugar que antes era un campo de maíz en la pradera de Indiana.
Y que ahora se ha convertido en el centro de datos más grande del planeta.
Su nombre es: Project Rainier.
Donde operan medio millón de chips.
Un reciente acuerdo ha cambiado el mapa de la IA.
Chat GPT dejará de estar exclusivamente en servidores de Microsoft, en la nube de Azure.
Y pasará a permanecer también en la infraestructura de Amazon Web Services.
La misma que ya controlaba a Claude, la IA de Antrhopic.
Por lo tanto, Bezos tiene acceso a las dos inteligencias artificiales más poderosas del planeta en su chiringuito.
Amazon ya conoce el historial de vuestras compras, las series y películas que os gustan o la música de vuestra playlist.
Ahora quiere acceder a un peldaño superior, a vuestros hábitos de consumo.
Open AI reconoció que un millón de usuarios semanales mantienen conversaciones relacionadas con crisis severas de salud mental.
Y esas conversaciones con Chat GPT están ahí para siempre.
Open AI usa las conversaciones para entrenar a su IA, salvo que desactives manualmente esa opción en los ajustes.
Cuando borramos un chat, este aún permanece treinta días en los servidores.
Además, una orden judicial obligó a Open AI a preservar indefinidamente todas las conversaciones de Chat GPT.
Incluidas las que creíamos que habíamos borrado para siempre.
Fue por un litigio sobre derechos de autor.
En definitiva, que toda esa información se podrá emplear para una investigación.
En la IA de Anthropic tus conversaciones flotan durante cinco años en sus servidores.
Si rechazas esa opción, se borran en treinta días.
La de Indiana no es la única nube descomunal.
China construyó 500 centros en dos años.
Algunos son submarinos para que se refrigeren en el océano.
El problema es el gasto enorme de energía.
Así que muchas tecnológicas abrazan la energía nuclear.
En Octubre, Bezos anunció sus planes de futuro para estas centrales.
Centros de datos en órbita terrestre y en la superficie lunar.
Blue Origin ya trabaja en ello.
En la luna, los centros contarían con un sol perpetuo, temperatura bajo cero y refrigeración gratis.
En marzo, la start up Lonestar ya probó con un prototipo del tamaño de un ladrillo en la luna.
Y Sam Altman apoya esta idea.
Sin embargo, los centros lunares sólo serán para respaldo, archivo y recuperación en caso de desastre.
Ya que el tiempo de latencia, desde allí, es de casi tres segundos.
Para lo urgente y cotidiano la solución pasa por el edge computing.
Procesar los datos dentro del propio vehículo o en los centros más cercanos.
En conclusión, que habrán más chips distribuidos por todas partes.
En breve llegarán los nuevos agentes de IA.
Los que harán cosas por nosotros: reservarán billetes, programarán citas médicas o se encargarán de la compra online.
Serán nuestros agentes, gestores y confidentes, todo en uno.
Aunque necesitarán que les demos permiso para que entren en nuestros correos, calendarios o números de cuenta.
Para proteger nuestra privacidad, nos prometen que serán datos encriptados.
Pero todo terminará en la misma caja fuerte.
En discos duros dentro de edificios que tienen dueño: Bezos.
El mayor casero mundial de la IA.
ZARZA Somos ZARZA, la firma de prestigio que esta detras de los grandes proyectos en tecnología de la información.