Tras los pasos del verdadero Rodrigo Díaz de Vivar: El Cid Campeador

15/09/2025 8 min
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Síntesis del Episodio

Tras los pasos del verdadero Rodrigo Díaz de Vivar: El Cid Campeador.
 En manos de un buen poeta, muchas historias se han transformado en mitos.
 Como fue el caso de la del Cid Campeador o Rodrigo Díaz de Vivar.
 Lejos de las leyendas, fue un guerrero con talento.
 Pero también con un gusto especial por la violencia y la guerra.
 Sin apenas inquietudes religiosas o morales.
 Nació en la España de la Reconquista.
 En unos tiempos en los que la iglesia necesitaba de nuevos héroes.
 Ruy Díaz, vino a este mundo entre mediados o finales de la década de 1040.
 Seguramente, se crió en el seno de una familia aristócrata.
 Donde aprendería artes militares y a firmar en latín, con una caligrafía zafia.
 Ya que se desconoce si sabía leer y escribir.
 A pesar del relato histórico predominante que enfrentaba a musulmanes y a católicos, la realidad no fue esa.
 Los reyes cristianos de la península tenían más probabilidades de morir por parte de otros que seguían su misma fe, que luchando contra los musulmanes.
 En el siglo 11 los bandos no estaban muy claros.
 Y lo de ‘lucha santa’ era más un adorno para los sermones.
 Además, el mismo concepto de Reconquista, no se creó hasta el siglo 19.
 Díaz de Vivar creía en las premoniciones sobre sus victorias y derrotas.
 Por eso se fijaba en el vuelo de las aves.
 Unas prácticas que la iglesia consideraba como profanas.
 Sin embargo, como guerrero sí que tuvo un papel destacado.
 Su primera aparición en la escena histórica ya lo presenta como líder de la mesnada personal de Sancho segundo de castilla.
 Entre los 18 y los 25 años, ya había salido victorioso de un duelo contra otro paladín navarro.
 Por el destino de una fortaleza fronteriza.
 Rodrigo fue un hombre de confianza para el rey Alfonso sexto.
 Quien terminó desterrándole en dos ocasiones.
 Separándolo de su mujer Jimena y de sus hijos.
 A pesar de todo, la pericia de Rodrigo para la estrategia y para sobrevivir ante la adversidad, le hicieron prosperar.
 Las hazañas le acompañaron durante casi toda su vida, aunque lejos de las de aquel honorable caballero que narran las leyendas.
 Por ejemplo: algunas de sus peores crueldades medievales fueron:
 Matar de hambre a los habitantes de Valencia.
 Quemar vivos a los que salieran del terreno musulmán.
 O acusar, falsamente, al gobernador de la taifa valenciana, de robar el tesoro de la ciudad.
 Al final, el acusado terminó siendo dilapidado junto a otros 35 supuestos cómplices.
 Por lo tanto, Rodrigo era un mercenario, ya que se vendía, en cierto modo, al mejor postor.
 Sirvió a reyes cristianos como Alfonso sexto o Sancho segundo.
 Al mismo tiempo, fue un soldado habitual en la protección de la taifa de Zaragoza que amparó a varios dirigentes musulmanes.
 Durante el poco tiempo que conservó Valencia, se negó a ser el vasallo de Alfonso Sexto.
 Apostando por un modelo de gobierno independiente.
 Varias obras componen el relato mitológico del Cid, entre ellas:
 El clásico Poema del Mio Cid.
 La leyenda de Cardeña y las mocedades de Rodrigo.
 El Cantar o Poema del Mio Cid es una obra fundamental de la literatura española.
 Pretendía ascender al Cid a la altura de un honorable siervo de la corona.
 Presentándolo como un devoto cristiano que luchaba por la fuerza de su fe.
 Incluso, los cantares originales se tomaron bastantes licencias o libertades.
 Los condes de Carrión existieron pero nunca fueron infantes.
 Tampoco se casaron con las hijas de Rodrigo y mucho menos las agredieron.
 Por otro lado, la obra más grandilocuente fue la Leyenda de Cardeña.
 Donde un Cid moribundo, preparó su auto embalsamamiento en vida.
 De esta forma, una vez muerto, quedaría momificado encima de su caballo.
 Más tarde, lo transportaron a San Pedro de Cardeña a lomos de Babieca, durante una semana.
 Y depositaron su cuerpo sobre una baqueta de marfil, sosteniendo su espada enfundada.
 Su padre fue Diego Laínez, un caballero al servicio de Fernando I de Castilla, aunque sin gran peso político.

 Rodrigo se educó en la corte del infante Sancho, hijo de Fernando I, con quien mantuvo una estrecha relación.

 Tras la muerte de Fernando I en 1065, Rodrigo pasó a ser alférez real de Sancho II, es decir, jefe militar de su hueste.

 Destacó en la batalla de Llantada (1068) y, sobre todo, en la de Golpejera (1072), donde Sancho venció a su hermano Alfonso VI.

 Cuando Sancho II murió asesinado durante el cerco de Zamora en 1072, Rodrigo quedó en una situación delicada.

 Fue aceptado en la corte de Alfonso VI, pero su relación con el rey fue tensa y marcada por las desconfianzas.

 En 1079, enviado en misión militar a Sevilla, se excedió en sus funciones atacando la taifa de Granada, lo que le granjeó enemistades.

 Poco después fue acusado de apropiarse de tributos y de actuar sin permiso, lo que le llevó a su primer destierro en 1081.

 Durante ese tiempo, se puso al servicio del rey musulmán de Zaragoza, al-Muqtadir, y después del de su hijo al-Mutamin.

 Allí se convirtió en jefe de mercenarios cristianos y musulmanes, luchando contra Aragón y contra otros reinos de taifas.

 Gracias a su pericia militar, adquirió fama como guerrero y táctico, siendo llamado sidi (“mi señor”) por sus aliados musulmanes.

 En 1087 regresó brevemente al servicio de Alfonso VI, pero las tensiones políticas lo apartaron de nuevo.

 En 1094 conquistó Valencia tras un prolongado asedio, estableciendo allí su propio señorío independiente.

 Gobernó Valencia con pragmatismo: mantuvo su autoridad sobre cristianos y musulmanes, respetando las estructuras locales.

 Su mujer, Jimena Díaz, asumió el gobierno de Valencia tras su muerte, aunque solo lo mantuvo hasta el 1102.

 Rodrigo murió en 1099 en Valencia, probablemente de causas naturales, sin caer en combate como relata la leyenda.

 Fue sepultado inicialmente en Valencia y luego trasladado al monasterio de San Pedro de Cardeña, cerca de Burgos.

 Más allá del mito, el verdadero Cid fue un caudillo militar ambicioso, hábil y oportunista, que se movió entre la lealtad a Castilla y su propio beneficio personal.

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