De bienestar a longevidad. Vivir más años con mejor calidad de vida es el nuevo símbolo de estatus

27/09/2025 8 min
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Síntesis del Episodio

De bienestar a longevidad. Vivir más años con mejor calidad de vida es el nuevo símbolo de estatus
 La lucha por alargar los límites de la vida intentando revertir la edad biológica se ha convertido en la nueva religión.
 Su nombre es: Longevidad.
 Es el término inglés que coloniza el marketing digital.
 120 o 150 años serían los límites humanos que podríamos llegar a vivir, según el último estudio publicado en Nature.
 El biohacker y multimillonario Bryan Johnson promueve su filosofía: No te mueras.
 Pretende ser la ideología más influyente del mundo en el 2027.
 Para él, el enemigo común es la muerte.
 La única causa capaz de unir a toda la humanidad.
 Y detrás de este nuevo credo están sus pastores o expertos.
 Como el genetista David Sinclair de la Universidad de Harvard o el tecnocapitalista Peter Thiel.
 Además, parece ser que una parte de la élite está dispuesta a ser el conejillo de indias de estos procedimientos.
 En 2024 se publicaron casi 6.000 papers de longevidad en Pub Med, cinco veces más que hace dos décadas.
 Es la nueva biblia de este credo de la longevidad.
 La tecnología les sirve analíticas y métricas precisas para corroborar sus avances.
 El deseo de una vida eterna es tan antiguo como la humanidad.
 La longevidad pretende acabar con las leyes de la lotería genética o del estilo de vida.
 Ya hay varios documentales famosos que propagan esta idea:
 No te mueras, el hombre que quiere vivir para siempre.
 Del citado Brian Johnson.
 Y vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules.
 Muchos se pueden ver desde la plataforma Netflix.
 Aunque ofrecen enfoques muy distintos para tener una larga y saludable vida.
 Uno, llevando un estilo de vida sencillo, controlando la dieta, las rutinas y los hábitos del sueño.
 Y el otro, al estilo de un hacker corporal.
 Mediante inyecciones de vitaminas y transfusiones de plasma.
 Y si se puede registrar toda esa actividad mejor.
 Desde las horas de sueño, guardadas en el anillo Oura hasta los minutos aguantados en una sesión de crioterapia.
 El informe The Future Laboratory apunta hacia esa dirección: Los procedimientos relacionados con la longevidad son el nuevo símbolo de estatus.
 El nuevo paradigma del lujo transformacional.
 Por ello, del bienestar, muchas marcas están cambiando su logo por el de longevidad.
 Lo que antes era una clínica de bienestar o un retiro ahora los cánones dictan que sea un resort de longevidad.
 Se siguen abriendo unidades de medicina regenerativa y longevidad.
 Abarcan todos los parámetros que se pueden medir en un cuerpo humano.
 Incluyendo un pack anti inflamatorio, pruebas para medir la histamina, el cortisol o la permeabilidad del intestino.
 El último informe ‘Futuro del Bienestar’ de la consultora Mc Kinsey destaca que para el 60 por ciento de las personas: Envejecer bien es una prioridad máxima.
 En su encuesta, las cifras no engañan.
 Un 70 por ciento de los consumidores en Estados Unidos y un 85 por ciento en China, compraron más productos relacionados con el envejecimiento saludable que en años anteriores.
 En el mercado global del bienestar abundan más milenials que zetas y boomers.
 Y está valorado en unos dos billones de dólares.
 Sin duda, los más jóvenes no quieren perder el tiempo.
 Se trata de un cambio cultural en el acercamiento a la salud y a la muerte.
 Los críticos dicen que en este mercado hay demasiada ansiedad y cuestiona la eficacia de muchas de estas terapias o tratamientos.
 Por ejemplo: sumergirse varios minutos en una bañera con trozos de hielo.
 Puede ayudar al sistema inmunitario pero no hay pruebas de que alargue la vida.
 La restricción calórica es otro de los salmos de este nuevo credo, como el Blue Print de Johnson.
 En algunos ensayos se ha visto que dan señales de mejora en los biomarcadores de envejecimiento.
 Pero sus beneficios para la supervivencia humana aún no están demostrados de forma concluyente.
 Lo mismo ocurre con el ayuno o las dietas intermitentes.
 Tampoco son una cura del envejecimiento.
 La suplementación masiva que pregonan estos ultra ricos carecen de ensayos clínicos aleatorios que demuestren que alargan la vida.
 Al igual que los senolíticos.
 Son prometedores en pruebas con animales pero todavía son terapias experimentales con evidencia clínica limitada.
 Lo mismo ocurre con la rapamicina, la metformina y otros análogos.
 Otra terapia controvertida es la de la ‘sangre joven’.
 Transfusiones o infusiones de plasma de donantes jóvenes.
 De igual modo, no hay evidencias que sustenten que reviertan el envejecimiento.
 El monitoreo intensivo de los biomarcadores y sus miles de pruebas periódicas son una guía útil.
 Pero no garantizan la longevidad.
 El trasplante de órganos es otra especulación que no detiene el envejecimiento.
 Además, muchos tienen una vida útil durante unos años o décadas.
 Y luego requieren tratamiento crónico con inmuno supresores.
 La xeno trasplantación o lo mismo con órganos de cerdos genéticamente modificados sigue estando en el plano experimental.
 En definitiva, la sustitución repetida de órganos no garantiza que vivirás hasta los 150 años.
 Ya que el envejecimiento es mucho más complejo que intercambiar piezas mecánicas.
 En general, eso es lo que sucede con las prácticas comunes en biohacking: las terapias génicas, las exposiciones a la luz o al frío y todo lo demás.
 Muchas tienen una evidencia preliminar o nula en ensayos grandes y controlados.
 La conclusión práctica y clara es que de momento, los mejores remedios para aumentar nuestra esperanza de vida, siguen siendo los más conocidos.
 Los de siempre: una dieta adecuada, ejercicio, sueño y seguimiento médico.
 Por mucho que nos intenten vender que estas terapias de la longevidad nos aseguran el éxito personal y profesional.
 O una vida sexual más activa…
 De momento, es más una herramienta de presión social o de marketing.
 Por no mencionar las numerosas teorías de la longevidad que se contradicen entre sí.
 Cada una, buscando su Santo Grial.
 El geriatra italiano Luigi Ferrucci sugiere que la clave para vivir más está en la mitocondria.
 La reserva de energía de la célula.
 Por su parte, el investigador canadiense Peter Attia, sostiene que el músculo es la base de la longevidad.
 Y el maestro de budismo tibetano Tenzin Rinpoche asegura que lo fundamental es dormir ocho horas diarias.
 Es más necesario que la dieta sana o el gimnasio, para alargar nuestra existencia, afirma.
 Del bienestar a la longevidad, la carrera por hallar la fórmula para vivir más y mejor será la nueva brecha social.
 El nuevo símbolo de estatus.

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