Escuchar "La Noche de Walpurgis y sus interpretaciones a lo largo de la historia. X RAQUEL INÉS Y LUNA LONGORIA"
Síntesis del Episodio
La Noche de Walpurgis y sus interpretaciones a lo largo de la historia.
La Noche de Walpurgis es un evento lleno de misticismo y tradición.
Esta fascinante festividad se celebra en la noche del 30 de abril al 1 de mayo.
Combina costumbres paganas con tradiciones cristianas y está muy arraigada en la cultura europea.
Las raíces de esta festividad se extienden mucho más allá de la tradición cristiana y se remontan a costumbres precristianas y paganas.
En cada parte de Europa, como en Alemania, los Países Bajos, la República Checa, Suecia o en Finlandia, esta noche se celebra con diferentes variantes regionales.
La Noche de Walpurgis marca la transición del invierno a la primavera.
Y es el contrapunto de Halloween, que marca el comienzo de la mitad más oscura del año.
En esta noche tan especial, la frontera entre el mundo terrenal y el sobrenatural es permeable, según las antiguas creencias.
Las concepciones paganas se basan en su forma de interpretar los ciclos de la naturaleza, la fertilidad y el orden cósmico.
Durante el comienzo de la primavera y el fin del invierno se adoraba a las deidades de la fertilidad.
Y se realizaban prácticas destinadas a promover la fertilidad de la tierra, los animales y las personas.
Consisten en danzas, ofrendas y uniones rituales que simbolizan el despertar de la naturaleza y la renovación de la vida.
La popular fiesta celta de Beltane influyó en la celebración de la Noche de Walpurgis.
Era un tiempo de alegría y celebración donde encendían grandes hogueras parar honrar al sol y ahuyentar a los malos espíritus.
La gente bailaba alrededor de las hogueras y saltaba sobre ellas para pedir protección, suerte y fertilidad.
Los germanos solían adorar a Freya, su diosa de la fertilidad.
Más tarde, con la entrada del cristianismo en Europa se produjo una fusión de tradiciones paganas y cristianas.
Y de ahí surge la figura de Santa Walburga.
Nació en el año 710 en Wessex, Inglaterra y fue una misionera y abadesa anglosajona.
Viajó a Alemania, junto a un grupo de misioneros, para cristianizar a las tribus germánicas.
La Santa fundó el monasterio de Heidenheim en Baviera y acabó siendo nombrada su primera abadesa.
Tras su muerte, el 25 de febrero del 779, Walburga fue venerada como Santa.
Su canonización tuvo lugar en el año 870 por el Papa Adriano II.
Se convirtió en la santa patrona contra la peste, la rabia y las tormentas.
Así como la intercesora para una buena cosecha.
Aquí se nota la fusión de elementos paganos y cristianos.
Ya que estas funciones eran atribuidas a las deidades paganas.
Cuenta la leyenda que el 1 de mayo, el día de su canonización, comenzó a fluir aceite de su tumba.
Un aceite de Walburga que tenía propiedades curativas.
La difusión de sus reliquias llevó a la creación de numerosos lugares de peregrinación.
Al final, la noche del 1 de mayo, que anteriormente se asociaba con rituales paganos de fertilidad pasó a celebrarse como la víspera del día conmemorativo de la Santa Walburga.
El origen del mito de las brujas se desarrolló durante la época medieval y en la temprana Edad Moderna.
En la mitología popular, la mágica montaña de Brocken, juega un papel destacado en esta historia.
Las habladurías medievales contaban que allí se celebraba el Sabbat de las brujas en la Noche de Walpurgis.
Es decir, una celebración salvaje y desenfrenada en donde las brujas y los demonios realizaban rituales impíos.
La famosa obra literaria de ‘Fausto’, escrita por Goethe contribuyó a difundir esta creencia en la conciencia colectiva.
Pensaban que las brujas volaban hacia la montaña en escobas o sobre animales transformados.
Donde rendían homenaje al diablo.
En la Edad Media usaron varios amuletos y rituales para protegerse del influjo maligno de las brujas:
Colgaron ramas de espino blanco o de serbal, dibujaron signos de protección en puertas y ventanas o tocaban las campanas para ahuyentarlas.
Por desgracia, los juicios por brujería, especialmente crueles entre los siglos 15 y 17, llevaron a la persecución, a la tortura y ejecución de muchas personas.
Por suerte, en estos tiempos actuales, la concepción sobre la Noche de Walpurgis ha cambiado radicalmente.
Una de las tradiciones más reconocidas es la erección del Árbol de Mayo.
En este evento comunitario, se levanta un árbol o un mástil alto y lo decoran.
Suele situarse en el centro del pueblo.
Esta costumbre simboliza la fertilidad, el crecimiento y el comienzo del calor.
En algunas comunidades hasta se atreven a trepar por el tronco del Árbol de Mayo como si fuera una competición deportiva.
Lo más bonito de esta tradición son los bailes.
Los bailarines entrelazan cintas de colores alrededor del mástil central, creando un precioso espectáculo visual.
Las hogueras y el fuego también cumplen su papel purificador.
Dicen que queman lo viejo y abren el camino para lo nuevo.
En algunas regiones arrojan al fuego muñecos de paja.
Durante esta noche se suele beber el célebre ponche de mayo.
Es un ponche de vino blanco o cava.
Se considera que protegía contra los malos espíritus.
Las hierbas suelen ser el aderezo perfecto y mágico para las ensaladas, sopas o como relleno en los pasteles.
Hierbas como el ajo de oso, el diente de león o la ortiga.
Esta noche ha dejado su huella imborrable en la cantata de la primera noche de Walpurgis de Felix Mendelssohn.
Basada en el citado poema de Goethe.
Esta composición combina pasajes corales dramáticos con solos líricos o interludios orquestales.
Es una obra que trata de capturar la atmósfera mística y turbulenta de la Noche de Walpurgis.
Incluso, pintores como Francisco de Goya o Albert Welti crearon cuadros enfatizando el lado oscuro y misterioso de esta celebración.
En las leyendas y cuentos de hadas, la Noche de Walpurgis ha sido contada como un tiempo de poderes y eventos sobrenaturales.
Donde los héroes valientes se enfrentaban a varios obstáculos.
Sin que faltasen las narraciones de personajes imprudentes que sucumbían a las tentaciones de las brujas.
Al final, estos relatos servían para transmitir lecciones morales y advertir sobre los peligros de la noche.
La Noche de Walpurgis se deja sentir, escuchar y ver en el cine, los cómics, en la literatura y en la cultura pop.
El anime y el manga también la abordan.
Por no mencionar el incontable número de grupos y cantantes que incluyen este tema en distintos géneros.
Desde el folk hasta el metal.
Una recepción artística que demuestra que la de Walpurgis es un espejo de los miedos y esperanzas humanas.
El reflejo de la eterna fascinación por lo inexplicable, lo oscuro, el cambio y lo misterioso.
La Noche de Walpurgis es un evento lleno de misticismo y tradición.
Esta fascinante festividad se celebra en la noche del 30 de abril al 1 de mayo.
Combina costumbres paganas con tradiciones cristianas y está muy arraigada en la cultura europea.
Las raíces de esta festividad se extienden mucho más allá de la tradición cristiana y se remontan a costumbres precristianas y paganas.
En cada parte de Europa, como en Alemania, los Países Bajos, la República Checa, Suecia o en Finlandia, esta noche se celebra con diferentes variantes regionales.
La Noche de Walpurgis marca la transición del invierno a la primavera.
Y es el contrapunto de Halloween, que marca el comienzo de la mitad más oscura del año.
En esta noche tan especial, la frontera entre el mundo terrenal y el sobrenatural es permeable, según las antiguas creencias.
Las concepciones paganas se basan en su forma de interpretar los ciclos de la naturaleza, la fertilidad y el orden cósmico.
Durante el comienzo de la primavera y el fin del invierno se adoraba a las deidades de la fertilidad.
Y se realizaban prácticas destinadas a promover la fertilidad de la tierra, los animales y las personas.
Consisten en danzas, ofrendas y uniones rituales que simbolizan el despertar de la naturaleza y la renovación de la vida.
La popular fiesta celta de Beltane influyó en la celebración de la Noche de Walpurgis.
Era un tiempo de alegría y celebración donde encendían grandes hogueras parar honrar al sol y ahuyentar a los malos espíritus.
La gente bailaba alrededor de las hogueras y saltaba sobre ellas para pedir protección, suerte y fertilidad.
Los germanos solían adorar a Freya, su diosa de la fertilidad.
Más tarde, con la entrada del cristianismo en Europa se produjo una fusión de tradiciones paganas y cristianas.
Y de ahí surge la figura de Santa Walburga.
Nació en el año 710 en Wessex, Inglaterra y fue una misionera y abadesa anglosajona.
Viajó a Alemania, junto a un grupo de misioneros, para cristianizar a las tribus germánicas.
La Santa fundó el monasterio de Heidenheim en Baviera y acabó siendo nombrada su primera abadesa.
Tras su muerte, el 25 de febrero del 779, Walburga fue venerada como Santa.
Su canonización tuvo lugar en el año 870 por el Papa Adriano II.
Se convirtió en la santa patrona contra la peste, la rabia y las tormentas.
Así como la intercesora para una buena cosecha.
Aquí se nota la fusión de elementos paganos y cristianos.
Ya que estas funciones eran atribuidas a las deidades paganas.
Cuenta la leyenda que el 1 de mayo, el día de su canonización, comenzó a fluir aceite de su tumba.
Un aceite de Walburga que tenía propiedades curativas.
La difusión de sus reliquias llevó a la creación de numerosos lugares de peregrinación.
Al final, la noche del 1 de mayo, que anteriormente se asociaba con rituales paganos de fertilidad pasó a celebrarse como la víspera del día conmemorativo de la Santa Walburga.
El origen del mito de las brujas se desarrolló durante la época medieval y en la temprana Edad Moderna.
En la mitología popular, la mágica montaña de Brocken, juega un papel destacado en esta historia.
Las habladurías medievales contaban que allí se celebraba el Sabbat de las brujas en la Noche de Walpurgis.
Es decir, una celebración salvaje y desenfrenada en donde las brujas y los demonios realizaban rituales impíos.
La famosa obra literaria de ‘Fausto’, escrita por Goethe contribuyó a difundir esta creencia en la conciencia colectiva.
Pensaban que las brujas volaban hacia la montaña en escobas o sobre animales transformados.
Donde rendían homenaje al diablo.
En la Edad Media usaron varios amuletos y rituales para protegerse del influjo maligno de las brujas:
Colgaron ramas de espino blanco o de serbal, dibujaron signos de protección en puertas y ventanas o tocaban las campanas para ahuyentarlas.
Por desgracia, los juicios por brujería, especialmente crueles entre los siglos 15 y 17, llevaron a la persecución, a la tortura y ejecución de muchas personas.
Por suerte, en estos tiempos actuales, la concepción sobre la Noche de Walpurgis ha cambiado radicalmente.
Una de las tradiciones más reconocidas es la erección del Árbol de Mayo.
En este evento comunitario, se levanta un árbol o un mástil alto y lo decoran.
Suele situarse en el centro del pueblo.
Esta costumbre simboliza la fertilidad, el crecimiento y el comienzo del calor.
En algunas comunidades hasta se atreven a trepar por el tronco del Árbol de Mayo como si fuera una competición deportiva.
Lo más bonito de esta tradición son los bailes.
Los bailarines entrelazan cintas de colores alrededor del mástil central, creando un precioso espectáculo visual.
Las hogueras y el fuego también cumplen su papel purificador.
Dicen que queman lo viejo y abren el camino para lo nuevo.
En algunas regiones arrojan al fuego muñecos de paja.
Durante esta noche se suele beber el célebre ponche de mayo.
Es un ponche de vino blanco o cava.
Se considera que protegía contra los malos espíritus.
Las hierbas suelen ser el aderezo perfecto y mágico para las ensaladas, sopas o como relleno en los pasteles.
Hierbas como el ajo de oso, el diente de león o la ortiga.
Esta noche ha dejado su huella imborrable en la cantata de la primera noche de Walpurgis de Felix Mendelssohn.
Basada en el citado poema de Goethe.
Esta composición combina pasajes corales dramáticos con solos líricos o interludios orquestales.
Es una obra que trata de capturar la atmósfera mística y turbulenta de la Noche de Walpurgis.
Incluso, pintores como Francisco de Goya o Albert Welti crearon cuadros enfatizando el lado oscuro y misterioso de esta celebración.
En las leyendas y cuentos de hadas, la Noche de Walpurgis ha sido contada como un tiempo de poderes y eventos sobrenaturales.
Donde los héroes valientes se enfrentaban a varios obstáculos.
Sin que faltasen las narraciones de personajes imprudentes que sucumbían a las tentaciones de las brujas.
Al final, estos relatos servían para transmitir lecciones morales y advertir sobre los peligros de la noche.
La Noche de Walpurgis se deja sentir, escuchar y ver en el cine, los cómics, en la literatura y en la cultura pop.
El anime y el manga también la abordan.
Por no mencionar el incontable número de grupos y cantantes que incluyen este tema en distintos géneros.
Desde el folk hasta el metal.
Una recepción artística que demuestra que la de Walpurgis es un espejo de los miedos y esperanzas humanas.
El reflejo de la eterna fascinación por lo inexplicable, lo oscuro, el cambio y lo misterioso.