Escuchar "Capítulo 12-Quién es el doctor Bartucca y sus secuaces?"
Síntesis del Episodio
“Tu partida de nacimiento es falsa”, “tu adopción es ilegal”, “si te preguntan en el colegio, tu mamá es argentina”.
Desde chica me dijeron que yo era adoptada y que la cosa no había sido legal. La historia era la siguiente: Una mamá del jardín de infantes de mi hermano le había dicho a mi mamá que había una nena que necesitaba ser adoptaba, así que mi mamá fue con mi papá y mi hermano a buscarme a lo de un médico en capital. Siempre tuvieron miedo de que la gente se enterara porque pensaban que los iban a meter en la cárcel. Recién en el 2018 me enteré que el crimen de apropiación de bebés prescribe a los 12 años, lo cual es completamente absurdo, pero así también lo es el mundo. Ningún niño/a de 12 o menos años de edad va a andar demandando a sus propios padres por haberle adoptado o apropiado ilegalmente. En caso de que se estén preguntando acerca de las consecuencias legales que enfrentaría el médico, bueno, eso es aún más leve. Simplemente tendría que enfrentar cargos por fraude por los certificados de nacimiento falsos.Gran diferencia en el caso que esto suceda en el margen de la apropiación de bebés que tenga que ver con la dictadura militar, lo cual se clasifica como crimen de lesa humanidad y ahi sí, no prescribe.
El médico que me entregó, rellenó la partida de nacimiento con el nombre de mi nuevo papá y mi mamá y una fecha de nacimiento que no sabemos si es la verdadera o no. Según mi mamá, cuando le preguntaron sobre mi origen biológico, de forma amenazante el médico respondió: “La quieren o no?” Y en esa época, plena dictadura militar, no se hacían preguntas, así que sin más me llevaron a casa. Y no fue hasta que en Abuelas de Plaza de Mayo me pidieron la partida de nacimiento, que jamás pensé en ese médico o la relevancia de mi partida de nacimiento. Yo ya me había mudado a Suecia y de a poco comenzado mi nueva vida cuando un día me llama un amigo y me avisa que de Abuelas me piden que me comunique con ellas. Resulta que el médico que firmó mi partida de nacimiento ya estaba siendo procesado en otros casos así que era muy posible que yo fuese una de las nietas que estaban buscando y que si me podía acercar a dejar una muestra de ADN. Eso fue en el 2002.El médico que firmó mi partida, Celestino Bartucca, fue la razón por la cuál todo esto comenzó.Años más tarde, cuando me acerqué a la oficina de derechos humanos del registro civil de Capital Federal para continuar mi búsqueda, averigüe que Celestino era un médico, en las palabras de quién estaba en ese momento a cargo de esa oficina, Mercedes Yañez, ”muy prolífico”. De él se sabía que durante años no sólo se dedicaba a la venta de bebés sino que también realizaba abortos clandestinos en su clínica privada. Aparte, también era el jefe de obstetra del hospital municipal Santojanni.
Celestino aparentemente era un hombre muy trabajador. Éramos tantos los niños que él vendió que de hecho son un grupo que está en contacto de alrededor de 30 personas que se hacen llamar los Bartuquitas. Todos con identidad substituida y entregados o más bien dicho, vendidos a través de Celestino Bartucca.Pero el prolífico doctor Bartucca no actuaba solo. Es imposible. Eso de andar vendiendo bebés no es tan fácil como parece. O en realidad sí lo es, pero hace falta gente por toda la logística que implica. Por ejemplo, hacen falta parteras que consigan los bebés. Ellas eran quienes o convencían a la madre que está por parir a entregar a su bebé que iba a tener un mejor futuro en una familia de clase media, o también sino los robaban fingiendo la muerte del recién nacido. Aparte también hacía falta gente que contacte a las parejas de clase media que quieran comprarlos.
Como cualquier empresa que vende un producto, hay la gente que tiene la materia prima, en este caso las madres pobres que se acercan a los hospitales municipales, los que compran la materia prima, o sea las parteras, está el vendedor, en este caso Celestino, que se encarga de legalizar la cuestión y finalmente los compradores, gente de clase media que quiere tener hijos y o se cansaron de esperar el proceso de adopción legal, o saben que no los van a dejar adoptar legalmente, o simplemente no les importa nada y quieren un bebé y punto.
El negocio es bueno en un país como Argentina. Los bebés pueden llegar a valer hasta el valor de un departamento, dependiendo de si son blancos y rubios, blancos con pelo oscuro o los que valen menos como yo, de piel marrón y pelo oscuro. En fin. Calculo que tampoco hay que olvidar a la policía de la zona donde trabajaba Celestino que seguramente sabía perfectamente a lo que él se dedicaba. Toda esta gente era parte de la misma maquinaria, sin olvidar tal vez la parte más importante: El consenso social. Porque sin consenso social, esto no sucede.
Ya sé, es complicado. Nada es blanco o negro. Una situación social tan difícil, al menos como lo era en Argentina cuando yo nací, una situación económica que nunca mejora, las clases sociales que parecen castas sociales, la gran necesidad y ausencia de seguridad social y en medio de todo esto, las madres pobres, totalmente indefensas ante un sistema que no las valora y las ve como paria, fácilmente da lugar a que todo esto exista, haya existido y siga existiendo. Yo crecí toda mi vida escuchando que tuve suerte. “Porque imagínate dónde estarías ahora si no hubiese sido que te adoptaron”. Y en parte es verdad. La diferencia entre comer y no comer influye muchísimo en el crecimiento de un niño. El estrés de los padres por tener que luchar cada día para mantener a flote a una familia con lo más básico, también influye muchísimo en cómo se forma ese niño. La educación que recibí, y en mi caso el pasaporte que heredé, que me permitió mudarme a Suecia sin ningún tipo de problema, también influyó en mi vida.
Pero entonces, si es tan así, porque siento dentro mío tanta necesidad de saber que pasó en el momento de mi nacimiento? Porque deseo saber cuál fue la historia detrás de mi entrega, que aunque sea una historia dura, llena de injusticia, oscura y cruel aún así la prefiero antes de continuar con el vacío de la incertidumbre? Porque no en vez les escribo una oda de agradecimiento al doctor Bartucca a su familia y sus secuaces? Porque no siento sólo agradecimiento a mis padres, a mi historia y al consenso social de mi país que hizo todo esto posible?Porque hay grupos en Facebook de gente que busca desesperadamente su identidad biológica y su verdad, sin importar cuál fuera esta?Y que habrán pensado mis padres cuando me fueron a buscar y cómo dijo mi mamá: “Nos habían prometido una nena rubia”? Pensaron: “Si la vestimos bien y le lavamos el pelo con el shampoo para cabellos rubios de Helena Rubenstein por ahi no parezca tan negrita y nunca nadie va a preguntar de donde vino?”O será que nadie, absolutamente nadie se puso realmente a pensar que significaría todo esto?Si. Ya sé. Nada es blanco o negro.Y aunque me duela hasta la médula, quiero creer que todo es parte de todo. Y que de alguna forma inexplicable, en esta vida, hay un plan para todos.Inclusive para el doctor Celestino Bartucca.