Escuchar "Cómo fue la medicina Sumeria Tim Beniyork & Raquel Lozano"
Síntesis del Episodio
Cómo fue la medicina Sumeria
Nuestra historia comenzó en Sumer, entre los años 3200 y 3800 antes de cristo.
Los sumerios se asentaron en una llanura fértil.
Entre los ríos Tigris y Éufrates.
La primera ciudad de la historia se llamó Eridu.
La fuente médica escrita más antigua procede de esta civilización mesopotámica.
Consiste en una tablilla de arcilla con escritura cuneiforme que data del tercer milenio antes de Cristo.
Y recoge quince recetas médicas.
En el propio código de Hammurabi se regula la actividad de los profesionales sanitarios de aquellos años.
Fijando los honorarios que debían percibir por su trabajo.
La remuneración dependía de la intervención que había realizado el médico y de la clase social a la que pertenecía el enfermo.
La escritura más antigua conocida es la cuneiforme.
Actualmente, conservamos más de treinta mil tablillas.
De estas, unas ochocientas abordan cuestiones médicas.
Describen enfermedades como la alopecia, la sarna, el dolo de oídos, la ceguera, las enfermedades del aparato respiratorio, fracturas o amputaciones, entre muchas otras.
Estos conceptos eran de carácter teúrgico.
Es decir, que los médicos mesopotámicos pensaban que las enfermedades eran provocadas por los demonios.
Y que los tratamientos guardaban relación con los genios benéficos.
• En aquella medicina, la dolencia era considerada un castigo divino.
• La intervención del médico-sacerdote se iniciaba con una confesión.
• Y la curación posterior tenía un aire de purificación.
• Los médicos mesopotámicos llevaban como distintivo un cilindro de piedra, colgado en el cuello.
• Era su sello.
• El que dejaban luego impreso en la tablilla húmeda, como si fuese su firma.
• En realidad, se pueden distinguir tres aspectos en su medicina: el teúrgico, el astrológico y el aritmético.
• Y para cada uno tenían su propia tríada superior o cósmica.
• Para el teúrgico estaba Anu, el dios del cielo.
• Enlil, dios de la tierra y Ea, dios de las aguas.
• En el plano astrológico la triada era:
• Sin, dios de la luna, Shamash, dios del sol e Ishtar, la diosa del amor, la maternidad y la fecundidad.
• Y en el último plano estaban los dioses secundarios, los genios buenos o Lamassu y los demonios Utukku.
• Además, cada uno, con nombre propio era el responsable de algunas enfermedades.
• Por ejemplo: Tin era el responsable de las cefaleas, Namturu de las afecciones de garganta y Nergol de la fiebre.
• El más nocivo era el séptimo Espíritu.
• Era tan perjudicial que cuando afectaba a un enfermo, no se le podía tratar en los días que eran divisibles por siete.
• Pazuzu era un dios mesopotámico que servía como amuleto.
• Representado con cuerpo de hombre, cabeza de león o perro, cuernos de cabra en la frente, garras de ave en vez de pies, y cola de escorpión.
• Pese a esta atemorizante descripción, servía de amuleto para ahuyentar a su enemiga Lamashtu.
• Un demonio femenino acusado de ser la que terminaba con la vida de los recién nacidos.
• Entre los genios benignos destacan los Lammasu.
• Unos toros androcéfalos alados que infundían temor a los espíritus malignos.
• Se solía colocar su figura en parejas en las puertas de las ciudades o en los palacios.
• Ya hemos visto que los mesopotámicos creían que los astros participaban en la aparición de ciertas enfermedades.
• Y también en el destino de la gente.
• Admitían que había ciertos días favorables y otros adversos a la hora de administrar los medicamentos o de visitar a los enfermos.
• La medicina fue un arte sagrado para los mesopotámicos.
• Su enseñanza tenía lugar en los templos.
• Los médicos-sacerdotes eran personas doctas.
• Que sabían leer y escribir.
• Incluso, habían estudiado ciencia, religión, literatura, adivinación y astrología.
• Podían pertenecer a tres categorías: Baru, Ashipu y Asu.
• Los Baru eran la máxima categoría entre los médicos.
• Realizaban el diagnóstico y establecían el pronóstico de la enfermedad.
• El Ashipu usaba la palabra para que los demonios abandonasen el cuerpo del enfermo, como un antiguo exorcista.
• Por último, el Asu era el médico de menor rango.
• Pero tenía que saber aplicar remedios vegetales, hacer la cirugía y sanar a los enfermos.
• Otra de sus funciones fue la de castrar a los esclavos al servicio de mujeres importantes.
• Los Gallulu fueron una especie de barberos que ayudaban a los médicos.
• Al igual que las Mushenigtu, que eran como unas nodrizas.
• Ninguno de estos dos ayudantes eran sacerdotes.
• En aquella primera medicina, la vida era entendida como un don de los dioses.
• Y la enfermedad como el castigo de los demonios.
• Así que los enfermos tenían que confesarse antes de recibir un tratamiento médico.
• Los doctores les hacían preguntas a los enfermos para descubrir el pecado causante de su dolencia.
• La adivinación o los presagios eran métodos frecuentes para llegar al diagnóstico de una enfermedad.
• Por ejemplo: Si veían un ave volando a la derecha era una señal de mejoría.
• Y si volaba por la izquierda significaba un mal augurio.
• Emplearon la empiromancia o la lectura del fuego.
• La Lecanimancia, la lectura del polvo.
• La Oniromancia, o la famosa interpretación de los sueños.
• Incluso, la economancia, en la que interpretaban los dibujos que realizaba el aceite al ser mezclado con el agua.
• De todas las formas de adivinación, la más costosa era la hepatoscopia.
• Primero tenían que sacrificar a un animal, normalmente a un cordero o un cabrito.
• Y luego estudiaban la forma, el volumen y los surcos de su hígado.
• Para los mesopotámicos el hígado era el asiento del alma y el centro de la vida.
• Pensaban que la sangre se originaba desde este órgano y pasaba a distribuirse al resto del cuerpo.
• En los templos conservaban modelos de arcilla de hígados.
• Los consultaban como una guía en su proceso de adivinación.
• Los tratamientos de la medicina mesopotámica fueron bastante completos.
• Y no faltaron los exorcismos, las plegarias, los sacrificios…
• Tampoco los baños, los masajes o las penitencias.
• En sus tablillas cuneiformes constan hasta doscientas cincuenta variedades de plantas medicinales.
• Aunque hay materias procedentes del reino animal.
• Como la leche, la piel de serpiente o el caparazón de una tortuga.
• A modo de curiosidad, la mayoría de estos medicamentos se ingerían con cerveza.
• Para paliar su desagradable sabor.
• Aquella antigua civilización ya tenía algunos primitivos instrumentos quirúrgicos.
• Bisturís, sierras o trépanos, hechos de bronce o de obsidiana.
• Ya curaban heridas, practicaban amputaciones o trepanaciones y hasta operaciones de cataratas.
• De las tablillas de arcilla a los bisturís de obsidiana, así nació el primer pulso de la medicina.
• En una época en donde los demonios eran la causa, los dioses la cura y los médicos… los intérpretes de lo invisible.
Nuestra historia comenzó en Sumer, entre los años 3200 y 3800 antes de cristo.
Los sumerios se asentaron en una llanura fértil.
Entre los ríos Tigris y Éufrates.
La primera ciudad de la historia se llamó Eridu.
La fuente médica escrita más antigua procede de esta civilización mesopotámica.
Consiste en una tablilla de arcilla con escritura cuneiforme que data del tercer milenio antes de Cristo.
Y recoge quince recetas médicas.
En el propio código de Hammurabi se regula la actividad de los profesionales sanitarios de aquellos años.
Fijando los honorarios que debían percibir por su trabajo.
La remuneración dependía de la intervención que había realizado el médico y de la clase social a la que pertenecía el enfermo.
La escritura más antigua conocida es la cuneiforme.
Actualmente, conservamos más de treinta mil tablillas.
De estas, unas ochocientas abordan cuestiones médicas.
Describen enfermedades como la alopecia, la sarna, el dolo de oídos, la ceguera, las enfermedades del aparato respiratorio, fracturas o amputaciones, entre muchas otras.
Estos conceptos eran de carácter teúrgico.
Es decir, que los médicos mesopotámicos pensaban que las enfermedades eran provocadas por los demonios.
Y que los tratamientos guardaban relación con los genios benéficos.
• En aquella medicina, la dolencia era considerada un castigo divino.
• La intervención del médico-sacerdote se iniciaba con una confesión.
• Y la curación posterior tenía un aire de purificación.
• Los médicos mesopotámicos llevaban como distintivo un cilindro de piedra, colgado en el cuello.
• Era su sello.
• El que dejaban luego impreso en la tablilla húmeda, como si fuese su firma.
• En realidad, se pueden distinguir tres aspectos en su medicina: el teúrgico, el astrológico y el aritmético.
• Y para cada uno tenían su propia tríada superior o cósmica.
• Para el teúrgico estaba Anu, el dios del cielo.
• Enlil, dios de la tierra y Ea, dios de las aguas.
• En el plano astrológico la triada era:
• Sin, dios de la luna, Shamash, dios del sol e Ishtar, la diosa del amor, la maternidad y la fecundidad.
• Y en el último plano estaban los dioses secundarios, los genios buenos o Lamassu y los demonios Utukku.
• Además, cada uno, con nombre propio era el responsable de algunas enfermedades.
• Por ejemplo: Tin era el responsable de las cefaleas, Namturu de las afecciones de garganta y Nergol de la fiebre.
• El más nocivo era el séptimo Espíritu.
• Era tan perjudicial que cuando afectaba a un enfermo, no se le podía tratar en los días que eran divisibles por siete.
• Pazuzu era un dios mesopotámico que servía como amuleto.
• Representado con cuerpo de hombre, cabeza de león o perro, cuernos de cabra en la frente, garras de ave en vez de pies, y cola de escorpión.
• Pese a esta atemorizante descripción, servía de amuleto para ahuyentar a su enemiga Lamashtu.
• Un demonio femenino acusado de ser la que terminaba con la vida de los recién nacidos.
• Entre los genios benignos destacan los Lammasu.
• Unos toros androcéfalos alados que infundían temor a los espíritus malignos.
• Se solía colocar su figura en parejas en las puertas de las ciudades o en los palacios.
• Ya hemos visto que los mesopotámicos creían que los astros participaban en la aparición de ciertas enfermedades.
• Y también en el destino de la gente.
• Admitían que había ciertos días favorables y otros adversos a la hora de administrar los medicamentos o de visitar a los enfermos.
• La medicina fue un arte sagrado para los mesopotámicos.
• Su enseñanza tenía lugar en los templos.
• Los médicos-sacerdotes eran personas doctas.
• Que sabían leer y escribir.
• Incluso, habían estudiado ciencia, religión, literatura, adivinación y astrología.
• Podían pertenecer a tres categorías: Baru, Ashipu y Asu.
• Los Baru eran la máxima categoría entre los médicos.
• Realizaban el diagnóstico y establecían el pronóstico de la enfermedad.
• El Ashipu usaba la palabra para que los demonios abandonasen el cuerpo del enfermo, como un antiguo exorcista.
• Por último, el Asu era el médico de menor rango.
• Pero tenía que saber aplicar remedios vegetales, hacer la cirugía y sanar a los enfermos.
• Otra de sus funciones fue la de castrar a los esclavos al servicio de mujeres importantes.
• Los Gallulu fueron una especie de barberos que ayudaban a los médicos.
• Al igual que las Mushenigtu, que eran como unas nodrizas.
• Ninguno de estos dos ayudantes eran sacerdotes.
• En aquella primera medicina, la vida era entendida como un don de los dioses.
• Y la enfermedad como el castigo de los demonios.
• Así que los enfermos tenían que confesarse antes de recibir un tratamiento médico.
• Los doctores les hacían preguntas a los enfermos para descubrir el pecado causante de su dolencia.
• La adivinación o los presagios eran métodos frecuentes para llegar al diagnóstico de una enfermedad.
• Por ejemplo: Si veían un ave volando a la derecha era una señal de mejoría.
• Y si volaba por la izquierda significaba un mal augurio.
• Emplearon la empiromancia o la lectura del fuego.
• La Lecanimancia, la lectura del polvo.
• La Oniromancia, o la famosa interpretación de los sueños.
• Incluso, la economancia, en la que interpretaban los dibujos que realizaba el aceite al ser mezclado con el agua.
• De todas las formas de adivinación, la más costosa era la hepatoscopia.
• Primero tenían que sacrificar a un animal, normalmente a un cordero o un cabrito.
• Y luego estudiaban la forma, el volumen y los surcos de su hígado.
• Para los mesopotámicos el hígado era el asiento del alma y el centro de la vida.
• Pensaban que la sangre se originaba desde este órgano y pasaba a distribuirse al resto del cuerpo.
• En los templos conservaban modelos de arcilla de hígados.
• Los consultaban como una guía en su proceso de adivinación.
• Los tratamientos de la medicina mesopotámica fueron bastante completos.
• Y no faltaron los exorcismos, las plegarias, los sacrificios…
• Tampoco los baños, los masajes o las penitencias.
• En sus tablillas cuneiformes constan hasta doscientas cincuenta variedades de plantas medicinales.
• Aunque hay materias procedentes del reino animal.
• Como la leche, la piel de serpiente o el caparazón de una tortuga.
• A modo de curiosidad, la mayoría de estos medicamentos se ingerían con cerveza.
• Para paliar su desagradable sabor.
• Aquella antigua civilización ya tenía algunos primitivos instrumentos quirúrgicos.
• Bisturís, sierras o trépanos, hechos de bronce o de obsidiana.
• Ya curaban heridas, practicaban amputaciones o trepanaciones y hasta operaciones de cataratas.
• De las tablillas de arcilla a los bisturís de obsidiana, así nació el primer pulso de la medicina.
• En una época en donde los demonios eran la causa, los dioses la cura y los médicos… los intérpretes de lo invisible.
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