Aún sin pistas del libro más enigmático: El Manuscrito Voynich.

30/06/2025 13 min
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Síntesis del Episodio

🔴 Aún sin pistas del libro más enigmático: El Manuscrito Voynich.

En 1912, un coleccionista encontró un manuscrito sin fecha, sin título y sin autor, escrito en un idioma que no existe.

🔴 Más de 240 páginas, ninguna descifrada. Uno de los misterios más grandes del último siglo. Una obsesión para el mundo académico y criptográfico.

🔴 Durante más de cien años, los mejores criptógrafos del planeta lo han intentado descifrar. Incluso la CIA y la NSA lo probaron en los años 70.

🔴 Universidades como Harvard, Cambridge y Oxford lo escanearon, lo clasificaron, le dedicaron décadas de análisis. Miles de investigadores se obsesionaron con él.

🔴 Existen foros, blogs y comunidades enteras que solo hablan de este libro. Se han propuesto más de 80 teorías sobre su origen. Pero nadie ha entendido ni una sola palabra.

🔴 Esta es la historia del Manuscrito Voynich.

🔴 Lo más desconcertante es que el texto parece tener sentido. Tiene reglas, repeticiones, patrones. Se comporta como un idioma real.

🔴 El vocabulario sigue leyes estadísticas. Las palabras se agrupan en categorías. Algunas aparecen solo en ciertas secciones. Otras repiten estructuras internas.

🔴 Pero ese orden no lleva a una traducción. A simple vista, el manuscrito parece un libro antiguo más. Está encuadernado en cuero. Nada extraño. Hasta que lo abres.

🔴 Las páginas no son de papel, sino de pergamino grueso. Algunas se despliegan como mapas. Todo está escrito con tinta aún legible a pesar del tiempo.

🔴 Lo más sorprendente es lo ordenado que está todo. No hay errores, ni tachones, ni signos de improvisación. Cada línea, símbolo e ilustración está colocada con precisión.

🔴 Quien lo escribió, tenía todo planificado desde el principio. El manuscrito tiene más de 240 páginas, aunque se cree que al menos 20 se han perdido.

🔴 No guarda relación clara con ningún alfabeto conocido: ni latín, ni griego, ni árabe. Algunos símbolos recuerdan a letras cursivas, otros a números y otros a nada.

🔴 ¿Es un idioma artificial? ¿Uno perdido? ¿O quizás nunca fue un idioma?

🔴 Junto al texto hay dibujos, pero tampoco siguen una lógica clara. En 1912, Wilfrid Voynich, librero polaco, compró el libro en Italia de entre textos jesuitas.

🔴 Desde el primer día, se obsesionó. Estaba convencido de haber encontrado un manuscrito secreto. Pasó el resto de su vida intentando descifrarlo. Sin éxito.

🔴 Hoy está en la biblioteca Beinecke de la Universidad de Yale, Estados Unidos. Se conserva en condiciones controladas. Rara vez se expone. Existe una versión digital completa.

🔴 Durante siglos no tuvo nombre. Hoy lo conocemos como Manuscrito Voynich gracias a Wilfrid Voynich. Su nombre oficial: Beinecke MS 408.

🔴 Cada página parece tener un propósito, pero no entendemos ninguno. Investigadores, historiadores o los criptógrafos han intentado responder a la misma pregunta: ¿quién lo escribió?

🔴 La primera pista: una firma oculta encontrada por Voynich en una de las primeras páginas. El nombre: Jacobus Sinapius.

🔴 Jacobus fue médico y destilador imperial en la corte del emperador Rodolfo II. Experto en botánica, hierbas y alquimia. Cultivaba, destilaba, experimentaba. Con éxito.

🔴 Si el manuscrito contiene conocimiento botánico y plantas extrañas, podría haberlo escrito alguien como él. Pero la teoría se descartó: probablemente solo lo poseyó.

🔴 La segunda teoría: una carta real firmada en 1665 por Johannes Marcus Marci, profesor de la Universidad de Praga. Dirigida a Atanasius Kircher.

🔴 En ella se describe el manuscrito y se afirma que perteneció al emperador Rodolfo II, quien lo compró por 600 ducados de oro. Hoy serían unos 100.000 dólares.

🔴 Según Marci, el libro describía plantas desconocidas, constelaciones inexactas y estaba escrito en un idioma incomprensible. Nadie en la universidad pudo descifrarlo.

🔴 También creía que el autor era Roger Bacon, filósofo y científico inglés del siglo XIII. Estudió óptica, física y matemáticas. Fue un visionario.

🔴 Algunas ilustraciones del manuscrito podrían encajar: estructuras celulares, microorganismos, detalles con precisión asombrosa. Pero hay un problema. Los microscopios no existían aún.

🔴 Otra teoría apunta a Leonardo da Vinci. Aunque los dibujos parecen hechos por alguien aficionado, no por un profesional. Hay una pista: una página con 15 mujeres embarazadas rodeando a Aries.

🔴 Aries, abril, 15 mujeres. El 15 de abril es la fecha de nacimiento de Leonardo. ¿Coincidencia? Tal vez. Pero cuando todo es un misterio, nada se descarta.

🔴 Sin embargo, el manuscrito está hecho con materiales caros. Pergamino de alta calidad, encuadernación profesional, hojas desplegables. Nada amateur. Requirió años, recursos y precisión.

🔴 ¿Y si fue una falsificación de Wilfrid Voynich? Era comerciante de libros raros. Sabía qué detalles podían convertir un texto en un tesoro. Ganó prestigio y dinero tras su hallazgo.

🔴 El libro no tiene una historia clara. Apareció de repente. Sin pasado verificable. La escritura es limpia, sin errores ni correcciones. Rarísimo para un manuscrito medieval.

🔴 Pero desde el año 2000, las pruebas de carbono 14 demostraron que el pergamino es auténtico: data de entre 1404 y 1438. También los pigmentos.

🔴 No hay trazas de manipulaciones. Ni sustancias modernas. No es una falsificación. Es real. Es antiguo.

🔴 En una página aparece una ciudad amurallada. Las torres tienen un diseño peculiar: cola de golondrina. Solo se usaba en el norte de Italia, en los siglos XIV y XV.

🔴 La carta de Marci añade más misterio. Dice que el libro pasó de mano en mano: Jacobus Sinapius, Rafael Mnishovsky, Johannes Marci. Todos lo estudiaron. Nadie lo entendió.

🔴 Hoy sabemos que fue escrito entre 1404 y 1438 en el norte de Italia. Lo tuvo Rodolfo II, Sinapius, Mnishovsky, Marci y Kircher. Luego desapareció. Hasta 1912.

🔴 El manuscrito no solo es ilegible. Es ordenado, estructurado. Está dividido en seis secciones. La primera: botánica. Más de cien plantas. Pero la mayoría no existen.

🔴 Algunas parecen reales, otras son deformaciones. O simplemente, invenciones. Luego, aparecen constelaciones, soles, lunas, signos zodiacales. ¿Astronomía? ¿Astrología?

🔴 Después, figuras femeninas. Muchas. Sin un contexto claro. Solo cuerpos, aguas, símbolos y mucho texto. Más denso. Más continuo. Como si ocultara algo importante.

🔴 En otra sección, diagramas astrales. Nueve medallones llenos de estrellas, órbitas, y símbolos. Luego, regresan las plantas, pero con frascos e instrumentos. ¿Alquimia? ¿Medicina?

🔴 Hacia el final, casi no hay dibujos. Solo texto. Fragmentos breves encabezados por símbolos. Parecen fórmulas, instrucciones. Pero nadie puede leerlas.

🔴 El manuscrito tiene más de 170.000 caracteres. Palabras de dos a diez letras. Sin caos. Con ritmo. Con lógica. Tiene 22 símbolos básicos.

🔴 De vez en cuando, aparecen otros aislados. Algunos recuerdan a letras minúsculas, otros a números. Y el resto a nada. Se lee de izquierda a derecha. Como el español.

🔴 Eso sugiere un sistema. Un idioma estructurado. Pero no se parece a ninguno conocido. Se pensó que era un código. Un cifrado clásico. Cambiar letras por símbolos.

🔴 Los alquimistas lo usaban para esconder secretos. Eliminaban vocales, mezclaban lenguas. Usaban símbolos inventados. Algunos los cifraban con libros clave.

🔴 Incluso en el siglo XV existían códigos avanzados. Italia fue pionera. El manuscrito podría ser uno. Pero hay un problema: no deja rastro del idioma original.

🔴 No hay palabras reconocibles, ni raíces. Es demasiado perfecto, demasiado limpio, demasiado constante. No parece un idioma disfrazado. Parece uno nuevo.

🔴 Sin embargo, al analizarlo, sigue reglas reales. Como la ley de Zipf. Una regla estadística que se cumple en todos los idiomas humanos. Y en el Voynich la cumple.

🔴 Tiene palabras frecuentes, otras medianas, otras raras. Igual que el inglés, el español o el chino. No es un desorden. Tiene coherencia.

🔴 Hay dos variantes del lenguaje: A y B. El A domina el texto. El B aparece en las secciones de mujeres y estrellas. Cambia el trazo, el ritmo y el estilo.

🔴 Tal vez no fue escrito por una sola persona. O por una sola mano. El texto tiene una estructura interna rígida. Algunas letras solo aparecen al principio o al final.

🔴 Se repiten combinaciones como sílabas. Otras nunca se ven juntas. Es incluso más predecible que el español. Como si cada símbolo tuviera reglas estrictas.

🔴 Algunos buscaron patrones entre imágenes y palabras. En la sección botánica, ciertas palabras aparecen junto a raíces o flores. Podrían ser nombres o tratamientos.

🔴 En la parte astronómica, los bloques de texto se asocian con los signos del zodíaco. Entonces surge otra hipótesis: ¿y si el idioma era real, pero se perdió?

🔴 El caso del Rongo Rongo de la Isla de Pascua es similar. Escritura con patrones, símbolos repetidos. Se perdió con su cultura. Nadie puede leerla.

🔴 ¿Y si con el Voynich pasó lo mismo? ¿Y si vemos el idioma de una civilización sin voz?

🔴 Otros creen que fue inventado. Como el esperanto. Una creación completa. No una copia. Un idioma nuevo. Gordon Rugg propuso otra teoría.

🔴 El manuscrito no significa nada. Fue creado con una grilla de Cardano. Una técnica para escribir textos falsos con estructura aparente. Pero sin significado.

🔴 Eso explicaría por qué no tiene errores. No hay correcciones porque no había nada que corregir.

🔴 Después de más de cien años, seguimos en el mismo lugar. Frente al libro más enigmático del mundo. Sin poder leerlo.

🔴 Nadie sabe quién lo escribió. Nadie sabe por qué. Nadie ha logrado descifrarlo. Y quizá… jamás lo hagamos. A no ser que la IA o la computación cuántica acudan al rescate. Y ni siquiera así.

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