El Real Betis cerró su duelo frente al Barcelona con una sensación clara. El conjunto verdiblanco, golpeado por bajas determinantes y por una estructura irregular, volvió a quedar lejos del nivel exigido para competir por plazas de Champions. El tropiezo abre una brecha complicada con los equipos que dominan la zona alta, especialmente con un Villarreal escapado y con un Atlético que apunta a distanciarse en la recta final del campeonato.

Manuel Pellegrini afrontó la visita del líder sin tres piezas esenciales. Isco y Amrabat, fuera de combate, y un Lo Celso aún sin el ritmo necesario, dejaron al equipo sin buena parte de su creatividad. Ese déficit se notó desde el inicio, a pesar de que el Betis golpeó primero en el arranque. Sin continuidad, el plan se descompuso rápido ante un Barcelona de control absoluto.

El 1-0 tuvo efecto efímero. El cuadro de Hansi Flick impuso un ritmo superior y encontró espacios con facilidad. El Betis, cada vez más hundido, no halló soluciones en ninguna fase del encuentro. La posesión no fue argumento y la presión no surtió efecto ante un rival más armado.

La derrota deja un mensaje severo para el Betis. Las carencias estructurales aparecen en cada cita importante. Sin la aportación de sus futbolistas diferenciales, la exigencia se multiplica y la distancia con los mejores vuelve a quedar expuesta. En el siguiente podcast, los periodistas Miguel Ángel Chazarri, Paco Cepeda y Lucas Haurie analizan el choque disputado en La Cartuja ante más de sesenta mil espectadores.

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