Escuchar "Martes de la Segunda Semana de Cuaresma. Lecturas Bíblicas"
Síntesis del Episodio
• Is 1, 10. 16-20. Aprended a obrar bien, buscad el derecho.
• Sal 49. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
• Mt 23, 1-12. No hacen lo que dicen.
De nuevo una llamada a la conversión. Esta vez con palabras del profeta a los habitantes de dos ciudades que eran todo un símbolo del pecado en el Antiguo Testamento: Sodoma y Gomorra. Pues bien, por grandes que sean los pecados de una persona o de un pueblo, si se convierte, quedarán blancos como la nieve, como lana blanca, y podrán comer de lo sabroso de la tierra que Dios les prepara. Es expresivo el contraste de los colores: rojos como la grana... blancos como la nieve. Eso sí, tienen que cambiar su conducta, abandonar el mal y comprometerse activamente en el bien: escuchad la enseñanza de nuestro Dios: Iavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones, cesad de obrar mal, defended al oprimido, sed abogados del huérfano.
El salmo de hoy da un paso más: compara la liturgia con la caridad, y sale ganando, una vez más, la caridad: no te reprocho tus sacrificios... ¿por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos?,. La acusación de Dios se hace dramática: esto haces ¿y me voy a callar?, Te acusaré, te lo echaré en cara...
• Sal 49. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
• Mt 23, 1-12. No hacen lo que dicen.
De nuevo una llamada a la conversión. Esta vez con palabras del profeta a los habitantes de dos ciudades que eran todo un símbolo del pecado en el Antiguo Testamento: Sodoma y Gomorra. Pues bien, por grandes que sean los pecados de una persona o de un pueblo, si se convierte, quedarán blancos como la nieve, como lana blanca, y podrán comer de lo sabroso de la tierra que Dios les prepara. Es expresivo el contraste de los colores: rojos como la grana... blancos como la nieve. Eso sí, tienen que cambiar su conducta, abandonar el mal y comprometerse activamente en el bien: escuchad la enseñanza de nuestro Dios: Iavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones, cesad de obrar mal, defended al oprimido, sed abogados del huérfano.
El salmo de hoy da un paso más: compara la liturgia con la caridad, y sale ganando, una vez más, la caridad: no te reprocho tus sacrificios... ¿por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos?,. La acusación de Dios se hace dramática: esto haces ¿y me voy a callar?, Te acusaré, te lo echaré en cara...