2 Barreras de comunicación para las personas sordas

22/12/2018 7 min
2 Barreras de comunicación para las personas sordas

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Síntesis del Episodio

Contar con una óptima audición permite poder captar mucha más información que la emitida mediante el lenguaje oral, es decir, la captación de la realidad está influida por diversos estímulos auditivos, por lo que escuchar permite no sólo comunicarse sino también sociabilizarse.

De hecho, la información auditiva favorece el control y el conocimiento del entorno, permite atender a aquellos estímulos más relevantes e incluso alertar de aquellos estímulos que se encuentren fuera del campo visual más directo.

La falta de compresión del entorno en las personas sordas conlleva una serie de incomprensiones y de sentimientos de desubicación que provocan que la persona sorda presente una mayor inmadurez de experiencias y de cultura.
La forma en la que dominan la realidad es distinta a la de una persona oyente.

El Lenguaje oral permite por su gran diversidad, poder expresar sentimientos, emociones y pensamientos, y contextualizarlos de forma más flexible, sin embargo, la falta de audición y la falta de compresión del entorno, inhiben el correcto desarrollo emocional, lo que limita la expresión de ideas y sentimientos.

La falta de información contextual puede hacer que la persona sorda se frustre pues no logra entender lo que está ocurriendo; por ejemplo, si dos personas, una oyente y una sorda, que se encuentran juntas realizando una tarea, y justo en ese momento se escucha un ruido fuerte; la persona oyente seguramente reaccionará y saldrá fuera de la habitación para ver qué ha ocurrido, sin embargo, la persona sorda, se quedará allí viendo como el compañero ha salido corriendo, sin saber que ha pasado y es posible que se sienta abandonado/a.

De igual forma, en una reunión de amigos donde uno de ellos es una persona sorda, se encuentran en un bar donde ocurre algo curioso para el resto, la persona sorda, se encuentra al margen de la situación y si además al preguntar qué pasa, los demás, le dicen, "nada, nada, no ha sido nada" se seguirá sintiendo desplazado/a.

Comprender el contexto de forma global hace que se entienda la expresión emocional propia y del resto de personas, esto, junto la prevalencia a nivel cultural y social del lenguaje oral como medio de expresión hace que las personas sordas puedan desarrollar cierto sentimiento de inferioridad con respecto a las personas oyentes. En cierta manera, tienen que enfrentarse continuamente al oyente y adaptar su manera de captar la realidad y de establecer una comunicación a la predominancia de la lengua oral.

Es importante indicar que el desarrollo personal y social de una persona sorda no depende sólo del tipo de disfunción auditiva que presente sino de otras variables como el momento de aparición de la pérdida auditiva, de la presencia o no de familiares sordos en la familia, de la estimulación recibida...

No se puede concluir que las personas sordas tengan algún tipo de personalidad específica en lo que a rasgos de la personalidad se refiere, pero si una serie de características que son comunes en su desarrollo psicosocial.

En algunos estudios queda de manifiesto que algunas de las características que el desarrollo personal y social tiene en las personas sordas, tienen relación con las dificultades para desarrollar una buena competencia social, así como de control de impulsos. Esto puede llegar a generar dificultades en el desarrollo de un autoconcepto y una autoestima adecuada, un reconocimiento y expresión adecuados de los sentimientos y emociones y por lo tanto, un óptimo desarrollo de la empatía.

El desarrollo emocional de una persona está relacionado tanto con el desarrollo cognitivo como social. De esta forma, se produce una interacción triangular entre estos tres factores que influyen en la generación de los rasgos de la personalidad que posteriormente definirán el comportamiento de dicha persona.

Así, las interacciones sociales y comunicativas que se generen en los primeros momentos tienen una influencia clara en el desarrollo cognitivo del menor, de igual forma, los progresos en el desarrollo del conocimiento y de las capacidades intelectuales favorecen las interacciones sociales y comunicativas, lo que hace patente la interdependencia de estos tres factores que en condiciones optimas generan un equilibrio en el desarrollo.

"Las personas con discapacidad en sí misma, no se puede considerar como un factor que produzca problemas de adaptación social o inmadurez."

Lo que realmente puede propiciar un desajuste en el desarrollo socioafectivo y cognitivo de una persona sorda, no es precisamente las personas con discapacidad, sea en el grado que sea, sino que se produce cuando hay un desajuste en el establecimiento de una buenas pautas comunicativas. Esto se hace más probable en aquellos entornos oyentes donde nace un menor con dificultades.

El desconocimiento, el rechazo, la sobreprotección, la inseguridad y la ansiedad, son algunos de los sentimientos y acciones que algunos padres oyentes pueden presentar ante la noticia de que su hijo/a tiene algún tipo de dificultad auditiva. Y aunque en un primer momento, esto puede ser parte del proceso de asimilación, no debe convertirse en una barrera que transmita al menor un mensaje negativo sobre su propia persona, ya que esto tendrá consecuencias en su desarrollo socioafectivo y cognitivo.

De hecho, el desconocimiento, puede llegar a producir una reducción de las interacciones comunicativas y sociales del menor, lo que limita su acercamiento y comprensión de las reglas sociales, más si, no se explican o se deja la educación en manos de otros profesionales.

De todo esto, es importante destacar la importancia de favorecer el manejo de otras alternativas de comunicación, como la LSE, para que el menor pueda tener un sistema de comunicación con el que desarrollar de forma correcta su personalidad, esto evitaría el aislamiento y la inseguridad que muchos indican como características propias de las personas sordas.

"Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye, la verdadera sordera, la incurable sordera es la de la mente" (Víctor Hugo)

Los aspectos comunicativos e interactivos del lenguaje son absolutamente indisolubles del desarrollo cognitivo, por lo tanto en la medida en que un niño sordo cuente con contextos comunicativos e interactivos significativos, se le estarán dando oportunidades para desarrollar su pensamiento, contará con una herramienta de comunicación que le permite expresar y entender las ideas, planificar sus actuaciones y comprender las de los demás.