Es importante saber gestionar el dominio de tus estados de ánimo, ya que cada vez que necesites regularlos, podrás direccionarlos a voluntad y con compromiso en pro del crecimiento personal y por el contrario no llegar a permitir que los estados de ánimo nos dominen y nos haga sus esclavos.

El dominio de los estados de ánimo también está asociado a un horizonte de posibilidades y a un espacio de acciones posibles. Del dominio y cuidado positivo de tus estados de ánimo, podremos mejorar el lenguaje, la corporalidad y el enfoque de atención. Todos esos ejes conjugados, facultará que el sistema de los estados de ánimo funcione y opere ofreciendo múltiples beneficios.

El dominio de tus estados de ánimo antecede a la acción, por lo que si los direccionamos efectivamente, podremos dar pasos certeros y recibir más de los resultados que buscamos. Valorar el dominio de los estados de ánimo es una fuerza que obra como escudo de protección frente a retos, desafíos y crisis.
Escucha, reflexiona y practica.

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