Esos impulsos y motivos que nos llevan a la acción componen la denominada motivación. Ese moverse, impulsa a un individuo a alcanzar sus metas e ideales manteniendo acciones continuas direccionadas a ello. La motivación activa el movimiento y hace firme la conducta que además, es acompañada de interés y voluntad. La motivación no nos llega desde fuera, nace en nuestro interior y se aviva en la medida en que nos aceptemos más, creamos más y estemos construyendo aspectos que exalten los sentidos y los propósitos planteados. El convencimiento de volcarnos a alcanzar una meta por encima de cualquier dificultad, trae consigo un estado de motivación. En la medida en que nuestra escala de valores se acople a ella, más lejos llegaremos en nuestra vida. Los beneficios de la motivación son infinitos y además se convierte en una fuerza que abraza lo que se encuentre a su paso. Motivarse es mantenerse en actitud y pensamiento abierto y positivo. Un recurso altamente valioso y poderoso en cualquier escenario.
Escucha, reflexiona y practica.

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