Escuchar "Scotty Bowers el proxeneta y celestino más famoso del Hollywood dorado. X RAQUEL INÉS CARMONA"
Síntesis del Episodio
Scotty Bowers el proxeneta y celestino más famoso del Hollywood dorado.
El Hollywood de la era dorada.
Los grandes nombres, los galanes de moda, las parejas famosas, el glamour de antaño…
Eran los más deseados por hombres y mujeres en todo el mundo.
George Albert, alias Scotty Bowers, descubrió muy pronto cuál sería su papel destacado entre tanta estrella rutilante.
A los once años le buscó pareja a una de sus profesoras.
De adolescente, abandonó su hogar y se instaló en Chicago.
Allí trabajó de limpiabotas para ganarse el pan.
Un sacerdote católico le ofreció dinero a cambio de una limpieza en profundidad, a cambio de sexo.
El jovencísimo Scotty terminaría vendiendo su cuerpo a 35 curas.
Hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial y tuvo que servir en el frente.
Tras la contienda, se dirigió a Hollywood la meca del cine.
Y trabajó en una gasolinera cercana a los estudios.
Allí siguió ejerciendo de Celestino.
Emparejó a galanes como Walter Pidgeon, Rock Hudson o Cary Grant.
Aquel punto de repostaje fue el meeting point entre chaperos y estrellas.
De ahí Scotty pasó a servir copas en las grandes fiestas de la industria.
Fue ‘el chulo de las estrellas’.
En realidad, fue el intermediario más conocido del mundillo.
Por 20 dólares, te presentaba a la más rutilante estrella y las iba emparejando.
En sus memorias, admite que su mejor cliente fue una tal…Katharine Hepburn.
Consiguió que mantuviese relaciones hasta con 150 mujeres a lo largo de medio siglo.
Mientras su propio marido entonces, Spencer Tracy se acostaba con el mismísimo Scotty.
Cada estrella, galán o actriz de Hollywood pedía lo suyo.
Laurence Olivier y Vivien Leigh sólo le solicitaban hombres para hacer tríos.
A Vivien nunca le cobró, asegura, era demasiado bonita.
Un joven y hermoso Tyrone Power era acosado por las fans.
Pero él prefería a los hombres jóvenes de Scotty.
Aunque Errol Flynn se llevaba la palma.
Cuanto más jóvenes mejor, le decía a Scotty.
El propio proxeneta y Celestino afirmó haber realizado tríos con: Bette Davis y su marido.
O con Ava Gardner y Lana Turner en la mansión de Frank Sinatra.
Era discreto y efectivo.
Y las grandes estrellas le daban grandes propinas por su ayuda.
Beach Dickerson le regaló tres casas.
Tennessee Williams le dedicó un cuento y hasta Nestor Almendros le legó su Oscar.
Scotty mantuvo la boca cerrada y no abrió el armario de los escándalos hasta el año 2012.
Cuando sus antiguos clientes ya habían muerto y la verdad ya no podía hacerles daño.
Entonces publicó su libro: Servicio completo. La secreta vida sexual de las estrellas de Hollywood.
El celestino dejó los hábitos en la década de los 80 en plena fiebre por el sida.
Desde ese momento se dedicaría a la hostelería y hasta sentó cabeza.
Se casó con una joven cantante de cabaret.
El celestino de Hollywood murió a los 96 años.
Y sí, hizo feliz a mucha gente y emparejó a muchas estrellas.
Y colorín colorado, Scotty cerró el viejo telón de aquel Hollywood, con discreción.
The end.
El Hollywood de la era dorada.
Los grandes nombres, los galanes de moda, las parejas famosas, el glamour de antaño…
Eran los más deseados por hombres y mujeres en todo el mundo.
George Albert, alias Scotty Bowers, descubrió muy pronto cuál sería su papel destacado entre tanta estrella rutilante.
A los once años le buscó pareja a una de sus profesoras.
De adolescente, abandonó su hogar y se instaló en Chicago.
Allí trabajó de limpiabotas para ganarse el pan.
Un sacerdote católico le ofreció dinero a cambio de una limpieza en profundidad, a cambio de sexo.
El jovencísimo Scotty terminaría vendiendo su cuerpo a 35 curas.
Hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial y tuvo que servir en el frente.
Tras la contienda, se dirigió a Hollywood la meca del cine.
Y trabajó en una gasolinera cercana a los estudios.
Allí siguió ejerciendo de Celestino.
Emparejó a galanes como Walter Pidgeon, Rock Hudson o Cary Grant.
Aquel punto de repostaje fue el meeting point entre chaperos y estrellas.
De ahí Scotty pasó a servir copas en las grandes fiestas de la industria.
Fue ‘el chulo de las estrellas’.
En realidad, fue el intermediario más conocido del mundillo.
Por 20 dólares, te presentaba a la más rutilante estrella y las iba emparejando.
En sus memorias, admite que su mejor cliente fue una tal…Katharine Hepburn.
Consiguió que mantuviese relaciones hasta con 150 mujeres a lo largo de medio siglo.
Mientras su propio marido entonces, Spencer Tracy se acostaba con el mismísimo Scotty.
Cada estrella, galán o actriz de Hollywood pedía lo suyo.
Laurence Olivier y Vivien Leigh sólo le solicitaban hombres para hacer tríos.
A Vivien nunca le cobró, asegura, era demasiado bonita.
Un joven y hermoso Tyrone Power era acosado por las fans.
Pero él prefería a los hombres jóvenes de Scotty.
Aunque Errol Flynn se llevaba la palma.
Cuanto más jóvenes mejor, le decía a Scotty.
El propio proxeneta y Celestino afirmó haber realizado tríos con: Bette Davis y su marido.
O con Ava Gardner y Lana Turner en la mansión de Frank Sinatra.
Era discreto y efectivo.
Y las grandes estrellas le daban grandes propinas por su ayuda.
Beach Dickerson le regaló tres casas.
Tennessee Williams le dedicó un cuento y hasta Nestor Almendros le legó su Oscar.
Scotty mantuvo la boca cerrada y no abrió el armario de los escándalos hasta el año 2012.
Cuando sus antiguos clientes ya habían muerto y la verdad ya no podía hacerles daño.
Entonces publicó su libro: Servicio completo. La secreta vida sexual de las estrellas de Hollywood.
El celestino dejó los hábitos en la década de los 80 en plena fiebre por el sida.
Desde ese momento se dedicaría a la hostelería y hasta sentó cabeza.
Se casó con una joven cantante de cabaret.
El celestino de Hollywood murió a los 96 años.
Y sí, hizo feliz a mucha gente y emparejó a muchas estrellas.
Y colorín colorado, Scotty cerró el viejo telón de aquel Hollywood, con discreción.
The end.
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