Escuchar "Tercer Domingo de Pascua, Lecturas Biblicas"
Síntesis del Episodio
• Hch 5, 27b-32. 40b-41. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo.
• Sal 29. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
• Ap 5, 11-14. Digno es el Cordero degollado de recibir el poder y la riqueza.
• Jn 21, 1-19. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
En cada Eucaristía nos unimos a la "liturgia del cielo" que nos ha descrito el Apocalipsis, a esos cantos de alabanza y homenaje que millones de ángeles y de bienaventurados que gozan ya de Dios rinden al "Cordero", a Cristo, el Vencedor de la muerte, el Resucitado.
Esa liturgia del cielo no es futura: ya está en marcha. Nos sentimos ya partícipes de ella cuando cantamos "con los ángeles y los santos" nuestro himno del "Santo" en la Plegaria Eucaristía. O cuando, en el "yo confieso", pedimos a "la Virgen María, a los ángeles y a los santos" que intercedan por nosotros ante Dios en nuestro camino de reconciliación. O cuando, en las oraciones y cantos de las exequias, les invocamos para que acojan en el cielo a las personas que acaban de fallecer.
No celebramos solos. Ya estamos participando de la celebración del cielo. Y es esta Eucaristía que nos prepara cada vez Cristo, no sólo aquel "desayuno" junto al lago, con pan y pescado, sino nada menos que su Cuerpo y su Sangre, y nos dice: "tomad, comed", la que enriquece nuestra fe y nos da fuerzas para ser cada vez más creíbles testigos del Resucitado en este mundo.
• Sal 29. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
• Ap 5, 11-14. Digno es el Cordero degollado de recibir el poder y la riqueza.
• Jn 21, 1-19. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
En cada Eucaristía nos unimos a la "liturgia del cielo" que nos ha descrito el Apocalipsis, a esos cantos de alabanza y homenaje que millones de ángeles y de bienaventurados que gozan ya de Dios rinden al "Cordero", a Cristo, el Vencedor de la muerte, el Resucitado.
Esa liturgia del cielo no es futura: ya está en marcha. Nos sentimos ya partícipes de ella cuando cantamos "con los ángeles y los santos" nuestro himno del "Santo" en la Plegaria Eucaristía. O cuando, en el "yo confieso", pedimos a "la Virgen María, a los ángeles y a los santos" que intercedan por nosotros ante Dios en nuestro camino de reconciliación. O cuando, en las oraciones y cantos de las exequias, les invocamos para que acojan en el cielo a las personas que acaban de fallecer.
No celebramos solos. Ya estamos participando de la celebración del cielo. Y es esta Eucaristía que nos prepara cada vez Cristo, no sólo aquel "desayuno" junto al lago, con pan y pescado, sino nada menos que su Cuerpo y su Sangre, y nos dice: "tomad, comed", la que enriquece nuestra fe y nos da fuerzas para ser cada vez más creíbles testigos del Resucitado en este mundo.
ZARZA Somos ZARZA, la firma de prestigio que esta detras de los grandes proyectos en tecnología de la información.