Escuchar "Martes de la Primera Semana del Tiempo de Adviento, Lecturas Bíblicas"
Síntesis del Episodio
• Is 11, 1-10. Sobre él se posará el espíritu del Señor.
• Sal 71. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
• Lc 10, 21-24. Jesús, lleno de la alegría del Espíritu Santo.
Jesús se llena de alegría bajo la acción del Espíritu Santo. La misericordia del Señor le ha elegido para acercarse con él a los pequeños, a los pobres. Los caminos de los hombres no son los caminos de Dios. El único camino para encontrarnos con Dios es la humildad, el reconocimiento de la gran verdad de nuestra indigencia: " Ha escondidos estas cosas a los sabios y a los entendidos y las ha revelado a la gente sencilla ". Comenta San Agustín:
" A los ridículos sabios y prudentes, a los arrogantes, en apariencia grandes y en realidad hinchados, opuso no los insipientes, no los imprudentes, sino los pequeños... ¡Oh, caminos del Señor! O no existía o estaba oculto para que se nos revelase a nosotros. ¿Y por qué exultaba el Señor? Porque el camino fue revelado a los pequeños. Debemos ser pequeños; pues si pretendemos ser grandes, como sabios y prudentes, no se nos revelará el camino " (Sermón 252; cf. 229, 248-250).
En el Adviento se nos repite muchas veces que preparemos el camino del Señor... Toda montaña y todo altozano serán allanados... Las sendas montañosas serán convertidas en ruta plana. Y toda carne contemplará la salvación de Dios (Cf. Lc 3, 4 ss).
• Sal 71. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
• Lc 10, 21-24. Jesús, lleno de la alegría del Espíritu Santo.
Jesús se llena de alegría bajo la acción del Espíritu Santo. La misericordia del Señor le ha elegido para acercarse con él a los pequeños, a los pobres. Los caminos de los hombres no son los caminos de Dios. El único camino para encontrarnos con Dios es la humildad, el reconocimiento de la gran verdad de nuestra indigencia: " Ha escondidos estas cosas a los sabios y a los entendidos y las ha revelado a la gente sencilla ". Comenta San Agustín:
" A los ridículos sabios y prudentes, a los arrogantes, en apariencia grandes y en realidad hinchados, opuso no los insipientes, no los imprudentes, sino los pequeños... ¡Oh, caminos del Señor! O no existía o estaba oculto para que se nos revelase a nosotros. ¿Y por qué exultaba el Señor? Porque el camino fue revelado a los pequeños. Debemos ser pequeños; pues si pretendemos ser grandes, como sabios y prudentes, no se nos revelará el camino " (Sermón 252; cf. 229, 248-250).
En el Adviento se nos repite muchas veces que preparemos el camino del Señor... Toda montaña y todo altozano serán allanados... Las sendas montañosas serán convertidas en ruta plana. Y toda carne contemplará la salvación de Dios (Cf. Lc 3, 4 ss).