Hay días en los que nos levantamos sin ganas de hacerlo, hay días en los cuales no sentimos las mismas fuerzas para luchar. Déjame decirte algo, no estamos solos y, si de algo te sirve, yo también he vivido esos días. También he experimentado la pesadez mental que quiere robarnos la posibilidad de disfrutar de un buen día. Así que te invito a cerrar los ojos, respirar y agradecer. Sí, agradecer. Agradece a la vida porque aún puedes levantarte, agradece a tu Dios, independientemente de cuál sea tu creencia. Agradece que aún respiras, agradece por lo bueno que ya tienes y comienza a vivir. Porque nada ni nadie tiene derecho a quitarnos la motivación que el alma necesita cada mañana para empezar el día. Eres el único dueño de tu actitud, porque aunque no lo recuerdes o no te des cuenta, ya tienes todas las herramientas para ser feliz, y están dentro de ti. Así que suelta ese estado mental, mírate al espejo, date un buen baño y cambia esa actitud que te tiene sumergido en el desanimo. El día de hoy tiene una recompensa que solo puedes reclamar tú. Levántate y da el primer paso, hacia esa conquista.

Ver todos los episodios