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El ser nuestro propio jefe es el sueño de muchos y el estilo de vida de otros.
Muchas veces el liderar implica haber sido un buen subalterno.
Debemos entender que en nuestro propio barco somos el capitán y que algunas veces deberemos dar un giro al timón para mantenernos a la vanguardia y no dejar de innovar.