“Limpia mi corazón”

Una oración hecha música. Un canto para dejar que Jesús entre en el templo del alma y lo llene de luz.

A veces nuestro corazón se llena de ruidos, pesos y cosas que no deberían estar ahí.

Nos olvidamos de que somos templo vivo de Dios, lugar sagrado donde habita su amor.

Pero Jesús no entra con ira: entra con ternura y verdad.

Su “celo por la casa del Padre” no destruye, purifica.

Nos invita a soltar lo que sobra, a abrir espacio para lo esencial: el amor gratuito de Dios que sana, reconstruye y da sentido.

“Limpia mi corazón, Señor, haz de mí tu templo y tu canción...”
Esa es la súplica de quien se deja mirar por Cristo y empieza de nuevo.

Una canción para orar, reconciliarse y dejar que la luz venza a la oscuridad.

✨ Que esta melodía te ayude a reencontrarte con el Dios que no se queda fuera,
sino que entra —una y otra vez— para hacer de ti su morada.

Escúchala, medítala y compártela.
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LETRA:

“Limpia mi corazón”

En mi alma hay rincones cerrados,
sombras que olvidé mirar,
mercado de mis pensamientos,
donde el ruido no deja amar.

Tú llegaste sin reproches,
con tu fuerza y con tu paz,
derribaste mis barreras,
me enseñaste a empezar.

Limpia mi corazón, Señor,
haz de mí tu templo y tu canción.
Que arda tu amor en mi interior,
como fuego de redención.
Limpia mi corazón, Señor,
que solo tu luz habite en mí.
Haz de mi vida oración,
tu casa quiero ser, por fin.

Entre monedas y temores,
se perdía mi verdad,
pero en tus ojos entendí
que amar es la única libertad.

Ya no quiero más murallas,
ni un altar de vanidad,
solo un corazón sencillo
donde Tú puedas morar.

Limpia mi corazón, Señor,
haz de mí tu templo y tu canción.
Que arda tu amor en mi interior,
como fuego de redención.
Limpia mi corazón, Señor,
que solo tu luz habite en mí.
Haz de mi vida oración,
tu casa quiero ser, por fin.

Toma mi culpa, toma mi miedo,
haz de mis ruinas tu hogar eterno.
Donde hubo dolor, florezca tu amor,
donde hubo vacío, renazca el sol.

Limpia mi corazón, Señor,
haz de mí tu templo y tu canción.
Que arda tu amor en mi interior,
como fuego de redención.
Limpia mi corazón, Señor,
y en tus manos quiero estar.
Haz de mi vida tu altar,
del cuerpo templo para amar.

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