Ave María, Purísima

09/12/2025 3 min
Ave María, Purísima

Escuchar "Ave María, Purísima"

Síntesis del Episodio

Canción: “Ave María, Purísima”

Hoy elevamos una oración - canción como un cántico a la Madre de Dios con las palabras: "Ave María, Purísima. Sin pecado concebida."

Este hermoso poema nos recuerda la verdad central de nuestra fe sobre María: fue preservada del pecado desde el primer instante de su ser, un privilegio que la preparó para ser la "puerta abierta al paraíso" y acoger al "Cordero perfecto".

• Punto de Luz: María fue elegida desde siempre y redimida por la gracia de Dios de una manera única. Aunque nosotros somos perdonados después de caer, Ella fue preservada para el mismo fin: la salvación. ¡Un mismo resultado de amor infinito! Fruto de la redención de Cristo.

• La Nueva Eva: Es la que "al mal pisa la cabeza", guiándonos con su obediencia y pureza.
"Así debía ser ella, la que acogiera al cordero perfecto, sin tacha, sin defecto."

Meditemos: ¿Cómo la pureza y el "Sí" de María inspiran tu propia fe y compromiso con Dios?

#AveMaria #InmaculadaConcepcion #VirgenMaria #DevocionMariana #SinPecadoConcebida

© Miguel Ángel Morán Manzano - Todos los derechos reservados. Este contenido está registrado bajo un código de copyright, no se permite su redistribución sin autorización.

LETRA: Ave María, Purísima

Ave María, Purísima.
Sin pecado concebida.
Preservada del pecado.
Redimida como yo.

Elegida desde siempre,
para darnos al Señor;
como aurora que amanece,
luminosa en su esplendor.

Nueva Eva obediente,
puerta abierta al paraíso;
quien al mal pisa la cabeza,
y nos guía al compromiso.

Ave María, Purísima.
Sin pecado concebida.
Preservada del pecado.
Redimida como yo.

Nosotros perdonados,
Ella preservada,
Un mismo resultado,
de la salvación marcada.

Como hijos perdonados,
en tu amor nos acogemos;
tú fuiste preservada,
y nosotros absueltos.

Ave María, Purísima.
Sin pecado concebida.
Preservada del pecado.
Redimida como yo.

Así debía ser ella,
la que acogiera
al cordero perfecto,
sin tacha, sin defecto.

Tan cercana, tan amable,
nombrada en mi perdón,
pues la gracia me invade,
cuando recibo el don.

Ave María, Purísima.
Sin pecado concebida.
Preservada del pecado.
Redimida como yo.
Ave, Ave… María.