Los malos días no los podremos evitar, de hecho pueden ser oportunidades para mejorar y poner en práctica nuestras habilidades de gestión emocional pero, ¿qué sucede si no cuento con esas habilidades? ¿cómo gestionar un mal día sin que eso implique caer en un hueco profundo del que temo no poder salir? ¿cómo manejo la carga emocional que me queda después de ese mal día?
Hoy quiero invitarte a que entedamos como funcionan las emociones y lo importante de esto para gestionar los malos, los regulares y los buenos días. Este episodio nos permitirá reconciliarnos con ese mundo emocional interno, que muchas veces satanizamos, minimizamos, evitamos e incluso críticamos duramente. 
Los malos no los podremos evitar, pero si podemos escoger vivir una vida conscientes y amistados con lo que nos pasa.
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