La temporada pasada cambiamos rápido el chip porque el Valencia tenía que salvarse y no quisimos hacer mucha sangre a los doce goles encajados contra el Barça en dos partidos. Pero esta no vamos a pasar página tan rápido. Porque el Valencia ha estado dos semanas limpias preparando la ruina que hizo ayer. No vimos NADA con balón. NADA. Mucho miedo y muy poca vergüenza. Escondidos y a jugar directo. Sin balón, Pedri jugando a sus anchas y Fermín, Ferran y Lewandowski haciendo lo que les dio la gana. Podría retratar uno por uno el partido ridículo de todos: Julen fallando en los tres primeros goles, Copete horrible en el 2-0, Gayà blando y enganchado en varios fueras de juego, Santamaría horrible… pero lo peor con diferencia un dato: 8 faltas cometidas en 93 minutos. Si este Valencia sin talento ni calidad ni corre ni pega, es lo que fue ayer: una banda.

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