Cuando negamos los oscuros pensamientos que tenemos, nos estamos engañando a nosotros mismos acerca de quiénes somos.
Las defensas protegen nuestros pensamientos implacables.?Mirar la oscuridad es necesario para nuestra curación. 
Nuestro autoengaño nos mantiene atorados por el dolor y el sufrimiento, pero obtenemos una supuesta satisfacción de estar en lo cierto, sobre la forma en que hemos establecido las cosas, a pesar de que estamos profundamente infelices.
En otras palabras, tomamos pedazos de evidencia, ?inventamos una historia e insistimos en tener razón al respecto.
Miramos fuera de nosotros mismos, en vez de mirar dentro de la mente, a causa de nuestras dificultades, creyendo que nuestros problemas existen fuera de nosotros mismos y las soluciones están allí también. Siempre que pongamos nuestra atención "allá afuera" en vez de mirar cómo hemos escogido defendernos del amor que somos, seremos engañados por la ilusión del cuerpo y del mundo.

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