Perdona y serás perdonado. Tal como des, así recibirás. ?No hay más plan que éste, para la salvación del Hijo de Dios.
Lo que estamos aprendiendo es a ver a la faz de Cristo en todos.?Ver con la Visión, en lugar de creer lo que nuestros sentidos nos dicen. 
Cuando pensamos que sabemos algo, entonces no hay espacio para el aprendizaje.
Cuando nos aferramos obstinadamente a nuestras perspectivas, nos resistimos a admitir que estamos equivocados acerca de todo. Experimentamos la arrogancia de negamos a aceptar nuestra propia inocencia.
Ahora aprendemos a detectar la falsa percepción y a discernir, para pasarla por alto.
El perdón es el medio por el cual recordamos la verdad de lo que somos. ?Es liberar los bloqueos que nos impiden conocer nuestra inocencia y plenitud. Nuestros oscuros sueños de culpa y miedo, tanto tiempo sostenidos en la mente y que aún proyectamos hacia el mundo. 
¿Qué podrías desear que el perdón no pudiese ofrecerte? ¿Deseas paz? ¿Deseas ser feliz, tener una mente serena, certeza de propósito y una sensación de belleza y de ser valioso que transciende el mundo? ¿Deseas una quietud que no pueda ser perturbada, una mansedumbre eternamente invulnerable, una profunda y permanente sensación de bienestar, así como un descanso tan perfecto que nada jamás pueda interrumpirlo? ... El perdón me ofrece todo lo que deseo. (L.122)

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