Valores Decídete a madurar

02/03/2017 1h 6min
Valores Decídete a madurar

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Síntesis del Episodio

¡Qué personalidad tan fuerte y atractiva presenta la experiencia! La experiencia es invaluable, cuando afrontamos y miramos las situaciones adversas, como bendiciones celestiales, que vienen envueltas muchas veces con un papel que no nos gusta y que son enviadas, no sólo para hacer fuerte nuestra alma, sino para expandirla. Parece tan lejano el día en el que seamos maduros y más prudentes. Es el aprendizaje de la vida.

Todos apreciamos el valor de la experiencia. Tenemos la necesidad de acudir a las personas mayores en busca de guía y consejo, pues su conocimiento del mundo, de la vida y de la gente es una fuente invaluable para tomar decisiones. La experiencia es el conocimiento adquirido en el transcurso de nuestra vida, ayudándonos a tomar mejores decisiones tomando en cuenta, posibilidades y riesgos; aprendemos en la intimidad de nuestro ser, en la familia, con los amigos, a través de la lectura, en el trabajo. A pesar de todo esto, muchas veces seguimos tomando decisiones a la ligera, cometiendo los mismos errores y cerrando nuestros oídos a los consejos que nos brindan personas con más visión que nosotros.

Aunque la edad es la que aporta experiencia, cada momento de nuestra vida ofrece un nuevo conocimiento y un panorama más amplio sobre cada circunstancia, nuestro pensamiento y actitudes se van modelando paso a paso, dando como resultado la madurez.

La experiencia es conocer a las personas, sus reacciones y las costumbres sociales; es también la paciencia para afrontar las contrariedades; forma una capacidad para analizar con más profundidad los acontecimientos relacionando vivencias pasadas y adecuándolas al presente para emitir juicios más precisos, además de una marcada serenidad para tomar decisiones. Esto de emitir juicios lo decimos en cuanto que podemos hacer razonamientos lógicos es decir, coherentes, correctos y verdaderos

A diferencia de otros valores, la experiencia no es fácil de construir de manera activa. Podría decirse que la experiencia en su forma básica se modela con los golpes de la vida. Sin embargo sí podemos tener una actitud alerta y vigilante que nos permita sacar el máximo provecho de todas las circunstancias de la vida

La experiencia es un valor fundamental en muchos aspectos de la vida: con la familia, con la pareja, con los amigos, en el trabajo, en la comunidad, al tomar decisiones sobre la educación de los hijos, al tomar decisiones económicas, etc.

Nuestra vida debe ser una rica variedad de sensaciones, acontecimientos y encuentros, porque la experiencia solo se modela viviendo y aprendiendo. Es ahí donde tenemos una diferencia fundamental con otros seres vivos. Los seres humanos no solamente aprendemos de los impulsos directos de nuestros sentidos (calor, frío, dolor etc.,), sino que somos capaces de analizar la información y generar nuevas alternativas.

El vivir la vida con profundidad y un esfuerzo por aprender de ella, genera una percepción más exacta de la realidad, y en esa medida podemos darle su justa medida a todo. La experiencia nos ayuda a percibir la realidad como es, no como nosotros queremos que sea. Y esa percepción más exacta de la realidad nos lleva a tomar mejores decisiones, ano ser injustos, ególatras, a medir más nuestros impulsos egoístas, sobre todo, a educarlos y encausarlos. La experiencia y la prudencia van tomadas de la mano.

Vas a escuchar algunos medios que puedes poner en práctica, para aprender más de la vida y enriquecer tu experiencia:

Analiza tus decisiones pasadas y futuras, no sólo las más importantes y trascendentes como la elección de tu vocación, de estudios profesionales, del tipo de trabajo en donde crees que puedes dar lo mejor de ti y experimentarte feliz, a pesar de que algunas veces puedas experimentarlo difícil; si decides casarte o tener un hijo, iniciar una empresa por tu cuenta sino también aquellas decisiones aparentemente sin importancia que trajeron grandes resultados a tu vida.

Comprende y acepta, que necesitas ser humilde y estar abierto, abierta, para querer aprender de los demás. A veces nos empeñamos en no escuchar un consejo porque las alternativas que nos proponen no están de acuerdo al gusto que nos estimula en el momento. Así que no puedes aferrarte a una idea, cuando varias personas coinciden en hacerte notar el error (sobre todo si por edad, parentesco o alta calidad moral, su punto de vista es particularmente valioso). Necesitarás tener apertura a la opinión ajena y ser honesto contigo mismo, contigo misma para rectificar, pues tarde o temprano te darás cuenta de cuanta razón tenían.

Al tomar una decisión, comenzar un trabajo, iniciar un negocio o adquirir un compromiso, necesitarás asumirlo con todas sus consecuencias, sin escatimar esfuerzos ni abandonarlo a las primeras contrariedades, sólo así estarás en condiciones de conocer realmente tus capacidades y posibilidades. ¿No es verdad, que las cosas que más trabajo te han costado, son las que más has valorado?; quienes más esfuerzo han realizado a través de los años, se encuentran en mejores posibilidades de alcanzar objetivos más "altos", más plenificantes... pues la experiencia nos ayuda a plantearnos metas reales y accesibles a nuestra persona, con grandes posibilidades de éxito.

Necesitarás también, afrontar con valor y serenidad, las consecuencias de tus actos, sin buscar pretextos o excusas. Al "esconderte" para esperar que las cosas se solucionen por sí mismas, pierdes la oportunidad de conocer la gravedad y magnitud de lo cometido. Lo cierto es que aprendes más de un error y de un fracaso, que de un puñado de éxitos, aunque esto que dijimos, no debe servirte de disculpa cada vez que te equivoques.