Matrimonio 3 Llena las vasijas de agua

27/01/2020 58 min
Matrimonio 3 Llena las vasijas de agua

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Síntesis del Episodio

Esta tercera y última parte de la serie “Para vivir un matrimonio feliz”, quiere brindarte las herramientas psicológicas y espirituales para que tú mismo, tú misma con la ayuda de Jesús vayas reconstruyendo junto con tu cónyuge tu matrimonio y vivir así un matrimonio feliz. Estas herramientas son también para aquellos y aquellas que quieran vivir sus relaciones personales, familiares, sociales y de trabajo desde un nivel más profundo, más elegante espiritualmente hablando.

Comenzamos diciéndote que Dios va a respetar profundamente tu libertad. El evangelio de Juan 5, 5 nos dice que: Jesús llegó a un lugar en donde se encontraban muchos enfermos, ciegos, cojos y tullidos echados en el suelo. Había entre ellos, un hombre que llevaba 38 años de estar enfermo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo de estar enfermo le dijo: ¿Quieres curarte? ¿Quieres recobrar la salud?

Imagínate, tener 38 años tirado en la misma camilla como yo, como tú que pasamos la vida tirados enfermos en el mismo pensamiento negativo “no se puede” no tiene caso” “esto es imposible” yo no sirvo para nada” etc., etc., .etc.

Y Jesús se acerca, lo mira y le hace esa pregunta increíblemente impresionante: ¿Quieres curarte? Hoy, aquí y ahora, será bueno que te pongas con tu actitud toda inmadura, toda llena de rebeldía e indolencia ahora mismo en el lugar del que está ahí en el evangelio tirado en la camilla por 38 años enfermo diciéndole a Jesús: ¡No hombre! ¡Cómo se te ocurre! ¿Qué si quiero curarme? ¡Quiero romper el record! ¡38 años! ¡Si quiera déjame llegar a los 40 así, tullido, sin poder nunca experimentar la paz del corazón!

¿Jesús tenía poder para decirle a ese hombre, queda sano? Pero primero preguntó: ¿Quieres? Y hoy te dice a ti también que escuchas: ¿Tú lo quieres realmente? ¿Quieres curarte? Porque la libertad del ser humano es un santuario que hasta Dios, toca la puerta antes de entrar y Dios no va a entrar, ni va a cambiar nada que el ser humano no esté decidido a permitirle a Dios cambiar.

Ciertamente, para Dios no hay ningún imposible pero Él siempre va a respetarte profundamente a ti que escuchas en tu libertad, en tus decisiones.