Las águilas no comen cosas muertas. Proverbios 18, 21 dice: “La muerte y la vida está en el poder de la lengua. Los que hablan mucho comerán su fruto para muerte o para vida”. “Como es el pensamiento del ser humano así es él”. Si estás alimentándote todo el tiempo con negatividad serás un cadáver, alguien muerto. Romanos 8, 6 dice: “Preocuparse por lo puramente humano lleva a la muerte, pero preocuparse por las cosas del Espíritu lleva a la vida y a la paz. No es en las comodidades sino en las situaciones difíciles en donde Dios nos revela lo que necesitamos quitar de nuestra vida para poder ser libertados por su gracia y volar. De hecho, no hay nadie sobre la tierra que no necesite ajustes en cuanto a actitud se refiere todos los días de la vida.

Las águilas no toman nada muerto. Como seres humanos que decimos creer en Jesús, necesitamos discernir las 24 horas del día diariamente cuando hay vida y cuando hay muerte. Tú que escuchas, necesitas estar atento, atenta cuando alguien te quiere alimentar con algo muerto.
Juan 1, 4 dice: “En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres”. Juan 10, 10 dice: “El ladrón sólo viene a robar, a matar, a destruir, pero Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

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