Hasta que quites la raíz del problema, sólo tomarás y tomarás y tomarás medicamento más otro medicamento, más otro medicamento pero si no perdonas de raíz, si no quieres repasar tu pasado y ponerte en paz con él, es decir, si no quieres ponerte en paz con aquél, con este, con el de más allá, con esta circunstancia que has llamado injusta, con aquella otra cosa que te pasó y tú no querías o ni la buscaste y sucedió, si no te pones en paz contigo mismo y con Dios, la enfermedad seguirá. Y bueno que por otro lado de algo hemos de morir, ¿O no? pero que no seas contribuyente de ese 65% y que si la enfermedad llega a pesar de vivir en paz, la tomes como un valioso instrumento por el que también puedes dar testimonio de dulzura y paciencia. Hablar de cosas alegres, te mantendrá más saludable. Hablar de cosas positivas te mantendrá lleno, llena de creatividad, de luz, de armonía interior, de capacidad para aceptar a los demás así como son. Proverbios 17, 22 dice que un corazón alegre es como una medicina. Recuerda lo que la Palabra de Dios dice en Proverbios: Al enfermo lo levanta su ánimo y al necio lo destruyen sus palabras. Proverbios 14, 30 dice: Una mente calmada y un corazón apacible son la vida y salud del cuerpo, pero la envidia, los celos y los pleitos son como cáncer en los huesos.

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