Hoy el mundo necesita más que nunca, de una vuelta a la contemplación, el verdadero profeta de la Iglesia del futuro, será un ser humano que venga del “desierto”, como Moisés, como Elías, como Juan el bautista, como Pablo, pero sobre todo como Jesús, cargados de mística, o sea cargados de la sabiduría divina, y con ese brillo especial de paz, de fe, de fortaleza, de misericordia, de vida honesta, de vida coherente, que solo tienen los hombres acostumbrados a hablar con Dios, cara a cara, en la fe adulta.
¡Sí!, hoy el mundo necesita que tú y yo seamos místicos o sea que seamos seres humanos que se dejan llenar del amor del Padre Dios, para amar con Jesús nos ama.
Pero para dejarnos amar por el Señor, necesitamos conocerle, y en esta ocasión vamos a hablarte de la urgente necesidad de hacer de la Sagrada Escritura, un libro de vida;ojalá fuera en cada uno, una necesidad fundamental, ya que por la lectura constante de la Palabra, es como llegaremos a un profundo conocimiento de Cristo. San Jerónimo expresa en su comentario al profeta Isaías que “Desconocer las Escrituras, es desconocer a Cristo”.

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