Leamos Filipenses 4, 8.9 “Hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que es de buen nombre. Piensen en todo lo que es bueno y merece alabanza. Pongan en práctica lo que les enseñé y las instrucciones que les di, lo que me oyeron decir y lo que me vieron hacer; háganlo así y el Dios de paz estará con ustedes.

El primer paso se da pues, en tu mente, por eso el apóstol Pablo dice: “Piensen” pero no te dice que pienses en cualquier cosa, sino en todo lo verdadero, en lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que es de buen nombre, en todo lo que es bueno y merece alabanza, para que cambie tu manera de pensar.

Si alguien te corrige, ¿Cómo vas a responder? Si alguien no te saluda como tú quieres, ¿Cómo vas a reaccionar? Si el tráfico se puso pesado, ¿Qué es lo que puedes hacer en lugar de enfurecerte?

Y el secreto para pensar bien es poner a trabajar la voluntad para poder obedecer la Palabra que dice: que sobre todas las cosas, nosotros tenemos que vestirnos de amor que es el vínculo perfecto.

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