La mayoría intenta ser “disciplinada” desde la fuerza de voluntad, y por eso terminan frustradas, comiendo por ansiedad o repitiendo dietas que no pueden sostener. La verdadera transformación sucede cuando trabajas tres pilares que casi nunca mencionan: autorregulación emocional, conciencia corporal y seguridad interna.Cuando no sabes identificar tus emociones, comes para calmarlas.Cuando no escuchas a tu cuerpo, confundes hambre con tensión, cansancio o miedo.Cuando no confías en ti, entregas tu poder a una dieta que decide por ti.Este episodio te guía a entender por qué te cuesta mantener hábitos, por qué vuelves a caer en el “todo o nada” y qué necesitas fortalecer antes de pensar en disciplina alimentaria. Comer mejor no es obligarte: es conocerte, escucharte y confiar en tu capacidad de cuidarte.

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