Todos tenemos días en los que sentimos que “arruinamos” nuestro proceso: comimos de más, rompimos la dieta o actuamos desde el impulso. Pero un “mal día” con la comida no borra tu progreso es, en realidad, la mejor oportunidad para conocerte y fortalecer tus habilidades.Cuando algo no sale como esperabas, puedes preguntarte:¿Qué habilidad me faltó desarrollar para manejar mejor esta situación?Desde esta mirada, cada experiencia deja de ser un fracaso y se convierte en información valiosa para tu crecimiento. Sostener una alimentación saludable no depende de hacerlo perfecto, sino de aprender de tus propios patrones: identificar qué necesitas practicar, fortalecer o flexibilizar.🌿 Ejercicio de autoconciencia:La próxima vez que sientas que tuviste un “mal día”, escribe:Qué pasó.Qué sentiste.Qué aprendiste sobre ti.Esa reflexión es el entrenamiento más poderoso para sostener tu bienestar dentro y fuera de casa.

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