El elefante, enseñanza de liderazgo

12/11/2018 4 min
El elefante, enseñanza de liderazgo

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Síntesis del Episodio

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. La estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, parecía obvio que ese animal era capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? .Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE.

Cuantas veces nos hemos quedado sujetos como el pequeño elefante
de la historia, atados a una pequeña estaca. Esa estaca representa muchas cosas, puedes llamarla zona de seguridad, de confort o zona de miedo. Cuando pequeño, el elefante trató de moverse pero su cadena aprisionando una de sus patas le causaba dolor y frustración, en consecuencia no se quiso despegar más, se resignó . Así nos pasa en la vida, muchas veces hemos tratado de emprender algo y perdemos, y quedamos marcados como el elefante de la historia y no nos atrevemos a dar un paso más allá de la zona donde nos sentimos cómodos y seguros.

Hay otros que se quedan atados a la estaquita de un trabajo que les genera rabia y estres y si, un poquito de seguridad, se prometen así mismos que en este mes si será en serio su decisión de cambio y los sigues viendo atados a la misma rutina donde mes a mes, maltratan su propia vida y delpilfarran su propio futuro .

Los líderes se atreven a explorar, se atreven a zafarse de la estaca , a ver nuevos territorios y a llamar al resto de su manada (equipo) y decirles: la estaca es muy pequeña para tu tamaño y tu potencial, da el paso que esa atadura es superficial, ven a recorrer conmigo el camino que te llevará a un lugar donde yo ya he estado. Eso es liderazgo. Eso es visión.

¿Y a ti que, que estaca te detiene hoy?