En la inmensa mayoría de los espacios urbanos existen-digamos- verdaderos oasis vegetales. Unos muy vistosos y otros no tanto. En los que predominan fundamentalmente las flores de todo tipo, plantas de diferentes familias, y hasta por supuesto árboles. A todo este conglomerado se les llama jardines. Esta voz proviene amigos y amigas internautas de nuestras " Letras Encadenadas" de la voz francesa "jardín". La misma existe desde ni más ni menos que el siglo XII. Significa "vallado", "huerto". Corresponde a la palabra alemana "garten" y a la inglesa "garden". Yo les pregunto ahora lo siguiente ¿Quién no ha jugado de niño entre los parterres de algún jardín público? O ¿andando en bicicleta por sus senderos o sentado en sus variopintos bancos mientras se deleitaban viendo las hermosas fuentes, que tenía a su vista con sus juguetones chorros de agua? Estoy convencido que muchos, muchos de ustedes. Hoy estoy bastante preguntón. ¿Hay alguno- a que haya creado, labrado en la vivienda que viva y le sea propicio? Pues, a lo mejor sí. Sobre todo, si habita en una vivienda unifamiliar o pasa temporadas en una segunda residencia. Les voy a presentar a una persona que sabe bastante de jardines, y que además tiene uno. Él se llama MANUEL GÓMEZ ANUARBE. Es un magnífico escritor que ha plasmado su infinita sapiencia en dos maravillosos libros: "ERMITAÑOS ORNAMENTALES DE JARDINES" y "ELIXIR 19 EN EL JARDÍN DE LA TRINIDAD". Ambos los ha editado la fenomenal editorial CUADERNOS DEL LABERINTO. En el primero, aparte de hablarnos del "vallado" o "huerto", MANUEL GÓMEZ ANUARBE nos muestra ese mundo interior y espiritual que el transcurrir del tiempo ha devorado sin compasión. ¿Conocemos a alguien que sea ermitaño? Sí, esa persona que se retira de este mundo hosco y superficial para vivir en la plena soledad el gozo de su vida interior con Dios. Yo pienso que al menos en España deben de quedar muy, muy poquitos, por no ser un extremista y decir casi ninguno. "ERMITAÑOS ORNAMENTALES DE JARDINES" es en sí un recorrido por esta genuina forma de vida y por los diferentes templos religiosos (ermitas) que habitaban. En España, y más concretamente en Madrid, había por ejemplo en tiempos de los últimos Austrias: Felipe IV y Carlos II, los primeros Borbones bastantes ermitas. Ahora de esa época deben de quedar un reducido número de ellas, y así estoy convencido que en el resto de la Península Ibérica ocurre igual que en el Foro. Este libro es un complejo e interesante ensayo del discurrir y de la evolución de esta forma de religiosidad de esos oasis que adornaban a estos templos recoletos, y con cierto valor artístico. "ELIXIR 19 EN EL JARDÍN DE LA TRINIDAD" son unas exposiciones de la diferente flora, que existe en el jardín de MANUEL GÓMEZ ANUARBE y la descripción que él hace de la fauna que habita o se posa momentáneamente sobre ella. Para mí, el autor hace una remembranza de una etapa concreta de su vida. Me estoy refiriendo a la de la pandemia. Por otro lado, yo creo que el movimiento eremita no ha desaparecido enteramente, sino que ha evolucionado y se ha adaptado a los tiempos actuales. Pienso que un eremita es perfectamente aquel que vive solo en una casa pongamos por caso convencional. Allí él se dedica a una vida contemplativa y de oración. Ya no lo realiza en un hábitat religioso. En el fondo yo pienso que MANUEL GÓMEZ ANUARBE ha sido un ermitaño en el "ELIXIR 19 EN EL JARDÍN DE LA TRINIDAD". La sociedad actual mezcla de progresos tecnológicos variopintos y personas coléricas y alienadas se presta mucho a esos retiros, que para algunos son momentáneos y para otros definitivos. Es una realidad, una desaparición en el buen sentido peculiar y hasta original. "ERMITAÑOS ORNAMENTALES DE JARDINES" y "ELIXIR 19 EN EL JARDÍN DE LA TRINIDAD" son dos ensayos hermosamente creados donde aparentemente la prosa es la predominante, pero en sus bastantes recovecos existe un muy bello lugar para la poesía en forma de imágenes poéticas, metáforas, intimismo... etc. En ambos libros el vocabulario es muy sencillo y entendible. Su lectura es muy amena. El ritmo es vertiginoso. Su estilo es una preciosa combinación de prosa y poesía manifestada en esas imágenes poéticas de las que les hablo, insertadas en los diferentes capítulos y en las muy artísticas fotografías. Con respecto a las diferencias existentes entre los dos libros son claras. Hay dos cosas que tienen en común en la forma: son ensayos y abordan el tema de los jardines. Las diferencias están en que "ERMITAÑOS ORNAMENTALES DE JARDINES" es más didáctico, más en la línea ensayística. Una cronología del movimiento eremita, de los edificios que solían habitar y de los jardines que los adornaban. Aquí quiero destacar la portentosa labor que ha hecho MANUEL GÓMEZ ANUARBE. "ELIXIR 19 EN EL JARDÍN DE LA TRINIDAD" es más personal, hondo, literario, poético. Yo ambos se les recomiendo. Lo ideal sería que paladearán los dos, pues comprobarán la versatilidad del autor: el ensayo, poesía y el relato. A tenor de todo lo dicho "ERMITAÑOS ORNAMENTALES DE JARDINES" y "ELIXIR 19 EN EL JARDÍN DE LA TRINIDAD" tiene un prevalente lugar en uno de los estantes más visibles de la biblioteca radiofónico-sonora en por supuesto "Letras Encadenadas"

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