Estimados hermanos, dice un viejo proverbio "Corrige al sabio y te lo agradecerá. Corrige al necio y será tu enemigo. No le debes echar perlas a los cerdos". Lo anterior tiene vigencia en la sociedad moderna, pero los pobres caballeros de Cristo (caballeros templarios) no estamos para juzgar a los demás. Nuestros objetivos específicos van desde la formación caballeresca y la guía espiritual, hasta la conversación o el diálogo con las personas para gestionar un cambio de mentalidad en nuestros semejantes. No queremos ver a las personas como cerdos y necios, sino que la conducta de muchos va de la mano con sus problemas y carencias. Cierto es que los hermanos del temple nos crecemos ante las dificultades y no buscamos refugiarnos en las malas actitudes como pretexto. Aquellos que te motivan a ser peor o hacer lo incorrecto a ojos de los demás, no son tus amigos. Pero, cómo podemos identificar lo que no es correcto, sin caer en el error de juzgar por nuestra propia opinión? Las sociedades modernas tienen leyes y normas de conducta moral, además de aquellas que rigen la convivencia entre dos o más personas. En el medievo, por ejemplo, los hombres eran juzgados con mano dura por los encargados de hacer cumplir la ley. Así pues, un asesino que mataba sin honor o sin observar las reglas de caballería, podía ser asesinado en público también, como un ejemplo y una Advertencia para los demás. Esto no quiere decir que todas las leyes o sistemas judiciales sean perfectos y mejores unos que los otros. Debemos evitar juzgar las épocas y sus costumbres. Nosotros viajamos en el tiempo, para conocer y dominar la historia. También hacemos la historia y somos autores de nuestros actos, en la búsqueda constante del equilibrio y la construcción de una sociedad mejor. En esto se basa también la educación, como un medio eficaz y efectivo para educar o edificar (basados en un modelo) no para destruir o instruir solamente a los humanos. Nosotros, somos eternos buscadores y aprendices, educadores y maestros de la sociedad. La vida conventual no es para los caballeros, sino para los religiosos que se apartan y renuncian al mundo, en la búsqueda de un acercamiento a la divinidad y elevar su santidad o espiritualidad. Nosotros vivimos en sociedad y compartimos los problemas y las carencias humanas. No somos perfectos, nadie lo es, pero un verdadero templario debe templar *(ver el proceso de templado de una espada de acero)* su carácter y su espíritu en la batalla contra los demonios y las fuerzas oscuras del mal. A la vez que socorre y protege con su valor y su Fe, a los humildes y los indefensos. En esto se basa también el apoyo emocional a nuestros hermanos, amigos y familiares, pero no seremos llamados por Dios a convertirnos o transformarnos en caballeros templarios que tiran perlas al mar... El que tenga ojos que Aprenda a "observar"... El que tenga oídos que Aprenda a "escuchar"... Nnobis. Nnobis. Milord. Solo A Ti La Gloria. TempleCuba. Orden de Cristo. Unidos en la Fe y en la batalla terrenal. Somos un puente de unión, entre la realidad moderna y nuestro pasado medieval. Por el Temple. Por nuestros ancestros. Por la humanidad. Amor y Paz. Salud y Prosperidad. Infinitas bendiciones para todos. Amén.

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