Existen dos joyas muy buenas (valiosas) en toda su calidad, valoradas en estos tiempos en miles de millones de dólares, que pocos entienden y pueden comprar. No basta con ser millonario si no has nacido con la cualidad requerida para merecerlas. La mayoría quiere poseerlas, pero solo una minoría puede acceder a ellas. La primera se llama honestidad y su par inigualable, excelso, es la humildad. La humanidad de una persona está mutilada sin esas dos perlas preciosas. No se venden y no aparecen por doquier. No las encuentras en los mercados, en la red de redes (World Wide Web) o internet. Las buscarás en donde nadie ha podido llegar y tampoco las hallarás. Qué las hace tan raras y extintas? La mayoría vive de las mentiras y son demasiados mediocres para poseerlas. Los humanos juzgan y no se miran por dentro. Las personas, curiosamente, están más propensas o inclinadas a mentir y engañar. Desde la simpleza hasta la sencillez, una mujer o un hombre miente y esto hace que no sea humilde, porque dejar de reconocer una verdad y obrar o responder sin honestidad, te resta humildad (y VICEVERSA). Son estas dos cualidades importantes en la vida y el actuar de un guerrero templario. No se puede confiar o creer en el Temple de un guerrero, caballero/escudero, sargento u oficial, si carece de las dos joyas. Pueden vestirse de plata, de bronce, oro, etcétera. Pueden adornar sus dedos y su cuello con anillos y collares. Pueden lucir sus mejores atuendos y portar espadas templarias flamantes. Pueden comprarlo todo con dinero y nunca poseer el brillo natural que proporciona la honestidad y la humildad. Pueden fingir o aparentar que son, pero no. Pueden ostentar cientos de grados o títulos académicos y nobiliarios. Pueden, en fin, poseerlo todo, y carecer de las perlas más costosas del universo. Aquellas que todo caballero templario verdadero en su camino debe merecer o encontrar y este será su mayor hallazgo. Con ellas puedes acceder al conocimiento y la sabiduría. Con ellas, puedes acceder a Dios. Infinitas bendiciones para todos aquellos hermanos que son y no que aparentan. Un abrazo hermanos. Nnobis.

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