Según un tal Steve Jobs (fundador de Apple, NeXT & Pixar) la innovación "no tiene lugar en un vacío. Todos necesitamos saber a dónde vamos, cuál es el destino final, y debe inspirar a otros". Y es una definición que no se queda sólo ahí.
Para Erich Fromm, innovar es “La creatividad requiere tener el valor de desprenderse de las certezas”, mientras que para Peter Drucker "Innovar es encontrar nuevos o mejorados usos a los recursos de los que ya disponemos”.
¿Por qué mencionamos esto? Porque hace 40 años, en 1983, Ibe Kikuo luego de pasar 5 años trabajando en Casio, vivió una situación que requirió de una gran innovación: chocó con alguien y su reloj se cayó, rompiendo el cristal y desparramando las agujas y la tapa trasera.Ante esto... y teniendo en mente a unos trabajadores cercanos a su oficina, decidió crear un reloj -que no existía- a prueba de golpes extremos, particularmente una resistencia capaz de soportar una caída desde una altura de 10 metros, una impermeabilidad de hasta 10 bares (100 metros de profundidad) y una duración de la batería de 10 años; el triple 10.
Esa innovación, que permitió crear este reloj "indestructible" podría haberse quedado ahí, inalterable... porque funcionaba (y funciona). Lo notable de esta línea / marca (que pertenece a Casio) es que ha seguido buscando mejorar lo que tiene, innovando en la propuesta, materiales, visualidad y experiencia.
Por eso (y porque nos gustan los relojes) hoy revisamos junto a Thiago Nadoti, coordinador mkt de Casio Latam, la actualidad de G-Shock a 40 años de su salida al mercado.

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