Bienvenid@ al club donde no tapamos el despecho con frases de agenda, sino que lo transformamos. Aquí llorar está permitido, claro que sí… pero solo si después usamos esas lágrimas como abono para crecer con más fuerza.

En este episodio vamos a desmontar con cariño (y con un par de risas cómplices) ese clásico dramón: el famoso “me rompió”. Porque no, Paula, no estás hecha pedazos. Estás en pleno proceso de upgrade emocional, aunque ahora te sientas como un USB buscando puerto en 2025.

Hoy hablamos de reencuadre cognitivo desde la Psicología Cognitivo-Conductual (sí, la TCC, esa que no tiene filtros bonitos pero te ayuda a cambiar el chip sin necesidad de prenderle fuego al WhatsApp).

Vamos a descubrir cómo tus propios pensamientos pueden ser más dañinos que ver a tu ex reaccionando con fuego a la story de otra... o convertirse en tus mejores aliados para sanar de verdad.

⚙️ En este episodio vas a aprender a:

— Detectar ese eslogan dramático que llevas repitiendo desde tiempos pre-pandemia.
— Cambiarlo por uno que no dé pena, sino poderío.
— Reescribir tu historia como si fueras la guionista de tu propia novela, pero en versión autocuidado con final digno de ovación.

Si alguna vez soltaste un “no soy suficiente”, “siempre me pasa lo mismo” o ese clásico de “me rompió y ahora soy una lámpara fundida”… este episodio es tu retrovisor emocional. No para que mires atrás, sino para que te des cuenta de todo lo que ya avanzaste.

Además, te llevas de regalo un listado de reencuadres de ruptura para transformar frases tipo “perdí el tiempo con él” en joyas como “aprendí lo que no pienso volver a tolerar, ni aunque venga con abdominales y voz de locutor de madrugada”.

Así que prepárate para reciclar ese dolor. Porque tu ex… era la lata.
Pero tú, tú eres la lámpara vintage. Y sí, ahora brillas más que nunca.

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