Escuchar "4. Cómo dejar de pensar que tu ex era un unicornio (spoiler: no lo era)"
Síntesis del Episodio
Sí, lo sabemos. Ahora mismo tu ex te parece una mezcla entre criatura mágica, ángel caído y banda sonora de baladas. Pero hoy venimos a decirte algo sin anestesia: ese unicornio… probablemente era solo un caballo con purpurina y bastantes problemas de comunicación.
Porque cuando idealizamos, editamos la película. Nos quedamos con las escenas bonitas y le metemos filtro a los silencios raros, los “te dejo en visto” y las peleas por el mando. No es que tu mente te quiera sabotear, pobrecita... simplemente intenta rellenar el vacío con un cuento más suave.
Así que si llevas días dándole vueltas a la idea de que perdiste al amor de tu vida y que nadie más te va a entender igual… para un momento, respira hondo. Este episodio es como encender una linterna en medio del drama: con coaching, con preguntas que remueven (pero también liberan), y con metáforas absurdas que, curiosamente, hacen sentido.
Porque no, no perdiste a un unicornio.
Y sí, mereces algo mejor que una relación que ya venía con humedad emocional de serie.
Pasa, dale al play… y empieza a desmontar ese altar que montaste para alguien que, seamos honestos, también tenía bastante de cabra montés.
Porque cuando idealizamos, editamos la película. Nos quedamos con las escenas bonitas y le metemos filtro a los silencios raros, los “te dejo en visto” y las peleas por el mando. No es que tu mente te quiera sabotear, pobrecita... simplemente intenta rellenar el vacío con un cuento más suave.
Así que si llevas días dándole vueltas a la idea de que perdiste al amor de tu vida y que nadie más te va a entender igual… para un momento, respira hondo. Este episodio es como encender una linterna en medio del drama: con coaching, con preguntas que remueven (pero también liberan), y con metáforas absurdas que, curiosamente, hacen sentido.
Porque no, no perdiste a un unicornio.
Y sí, mereces algo mejor que una relación que ya venía con humedad emocional de serie.
Pasa, dale al play… y empieza a desmontar ese altar que montaste para alguien que, seamos honestos, también tenía bastante de cabra montés.