¿Los espías despreciaron la tierra de Israel o simplemente rechazaron el liderazgo de Hashem?


(Bamidbar Rabá 16) describe el envío de los espías mediante una parábola. Rabí Yoshua ben Levi comparó a Israel con un príncipe cuyo padre había elegido a una hermosa novia adinerada de una familia de primera clase para casarse con él. El príncipe le dijo al padre: "Déjame verla primero". Esto puso al padre en una situación incómoda. Se decía a si mismo; si rechazo la petición, mi hijo podría pensar que la novia era realmente fea, y por eso yo no quiero que la examiné antes de la boda. Por lo tanto, el padre accedió a regañadientes a la petición de su hijo, diciendo: "Mírala, para que veas si realmente te he engañado". Sin embargo, como has demostrado falta de fe en mí, juro que no la llevarás bajo el palio nupcial, sino que se la daré a tu hijo. Lo mismo ocurrió con los espías. Al final, hashem prometió la tierra de Israel a la siguiente generación.

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