En una oportunidad Mori VeRabi, zť"l, salía de su edificio del barrio de Mattersdorf en Jerusalem, cuando le preguntó a la persona que lo acompañaba: "¿No son hermosas las flores?". Esta persona quedó desconcertada, porque en los alrededores no había ninguna flor. Entonces Morí VeRabí le explicó: "Los niños. ¿Acaso no ves a los niños?".

Flores. En muchas ocasiones el pueblo judío es comparado con flores, como la hermosa expresión de amor de Hashem hacia Su pueblo. Las flores nos alegran con su belleza, pero son frágiles y necesitan que las cuiden. Si no se las cuida lo suficiente, se marchitan. Que Hashem no lo permita, lo mismo puede ocurrir con nuestros hijos.

Yeshua dijo en Mateo 19:14
"Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos".

Los sabios de Israel, desde el Midrash hasta el Jasidut, ven en Bereshit la raíz de toda pedagogía y paternidad. Porque Bereshit (Génesis) no solo es el comienzo del mundo, sino también el comienzo de la crianza humana: cómo se forma el alma, la familia y la educación espiritual. En este comentario veremos síntesis por fuentes; Talmud, Midrash, Musar y Jasidut, sobre cómo Bereshit enseña la crianza de los hijos.

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