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Escuchar "ESPECIAL EXPULSIÓN 1492 – Selemon Ezi expropiado por la Inquisición en 1492"
Síntesis del Episodio
Especial – Selemon Ezi expropiado por la Inquisición en 1492
Inventario de sus bienes realizado por la Inquisición: un ejemplo bilbilitano antes de la expulsión
En este episodio nos adentramos en uno de los documentos más estremecedores de la historia de la judería de Calatayud: el inventario inquisitorial de los bienes de Selemon Ezi, realizado en 1492, en vísperas de la expulsión de los judíos de los reinos hispánicos. Fue publicado por Encarnación Marín Padilla.
La Inquisición, además de vigilar la fe, actuó como un verdadero aparato confiscador. A través de sus escribanos registró con minuciosidad casas, ropas, candelabros, vasijas, libros y objetos personales, despojando a familias enteras de su patrimonio acumulado durante generaciones.
El caso de Selemon Ezi nos ofrece un ejemplo cercano y tangible de cómo funcionaba este proceso en Calatayud. Sus pertenencias, reducidas a simples listas y anotaciones, reflejan tanto la vida cotidiana de una familia judía bilbilitana como la violencia institucional que convirtió su memoria en papel sellado.
Este episodio nos invita a reflexionar sobre la fragilidad del hogar, la injusticia de la persecución y el modo en que la burocracia inquisitorial despojó a miles de sefardíes de lo material y, sobre todo, de su lugar en la historia.
Inventario de sus bienes realizado por la Inquisición: un ejemplo bilbilitano antes de la expulsión
En este episodio nos adentramos en uno de los documentos más estremecedores de la historia de la judería de Calatayud: el inventario inquisitorial de los bienes de Selemon Ezi, realizado en 1492, en vísperas de la expulsión de los judíos de los reinos hispánicos. Fue publicado por Encarnación Marín Padilla.
La Inquisición, además de vigilar la fe, actuó como un verdadero aparato confiscador. A través de sus escribanos registró con minuciosidad casas, ropas, candelabros, vasijas, libros y objetos personales, despojando a familias enteras de su patrimonio acumulado durante generaciones.
El caso de Selemon Ezi nos ofrece un ejemplo cercano y tangible de cómo funcionaba este proceso en Calatayud. Sus pertenencias, reducidas a simples listas y anotaciones, reflejan tanto la vida cotidiana de una familia judía bilbilitana como la violencia institucional que convirtió su memoria en papel sellado.
Este episodio nos invita a reflexionar sobre la fragilidad del hogar, la injusticia de la persecución y el modo en que la burocracia inquisitorial despojó a miles de sefardíes de lo material y, sobre todo, de su lugar en la historia.