En la actualidad hemos creído que es “más fácil” delegarle la responsabilidad a la suerte, a otros, al demonio o incluso a Dios, pero nada más alejado de la realidad.

Porque Dios te ama tanto que te da libertad total y absoluta para que tú crees tus experiencias de vida y no interviene porque su deseo es tu deseo. Éste es el libre albedrío del cual hablan muchas religiones.

Dios te dejará siempre a ti el mando, ya te dio lo más importante, es decir, las condiciones para que tú crees todo lo que deseas, lo demás depende de ti.

Con esto igual te recuerdo que Dios siempre está contigo, porque tú eres parte de su divinidad, nunca se pueden separar, está presente en cada momento de tu vida y de la mía, porque todos somos uno.

Dios escucha, conoce y entiende cada pensamiento, sentimiento, palabra y experiencia que vives. Siempre te abraza con amor en cada momento.

Por lo tanto, cuando entiendes esto, comprendes que todo ha sido tu creación, sí, exactamente, todo, en diferentes niveles de conciencia pero tú creas todos y cada uno de los momentos de tu vida.

Tú elegiste vivir cada situación de acuerdo a lo que deseaste experimentar en esta vida.

Éste es el mejor momento para que te cuestiones quién verdaderamente eres y que entiendas tu grandioso poder creativo, porque aun cuando no tengas la conciencia de ello, sigues creando a cada momento.

Tu vida es un acto de creación y recreación constante. Cada pensamiento, sentimiento, palabra y acción, crean tu experiencia de vida. Es imposible que dejes de crear. Tu vida es todo menos azar.

Y así como te cuestionas quién eres, es el momento de que cuestiones quién es Dios, para mí la definición perfecta de Dios es la que involucra sus cualidades, esto es, el ser totalmente feliz, amoroso, aceptante, lleno de bendiciones para dar y totalmente agradecido.

Si lo crees así, entonces, entenderás que todo lo que sucede es perfecto, porque todas sus creaciones así lo son, de nuevo, nada está dejado a la casualidad, sino a la causalidad del proceso de vida.

Por ello, confía en que todo ha sido creado para tu mayor beneficio y para darte las condiciones ideales para tu evolución. El resultado final ha sido dado y es predecible, a tu favor.

Todo lo que vives es parte de tu proceso evolutivo, un proceso que tú elegiste vivir de principio a fin porque te querías recrear en la versión más grandiosa de la visión más fantástica que jamás hayas imaginado de ti.

Recapitulando, ¿te queda claro el porqué la única verdad inquebrantable proviene de ti?


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