Los algoritmos, la jaula invisible

19/08/2025 13 min
Los algoritmos, la jaula invisible

Escuchar "Los algoritmos, la jaula invisible"

Síntesis del Episodio

Seguro que te suena esta situación: entras en Instagram para ver un vídeo que te han mandado… y, sin darte cuenta, han pasado 45 minutos. Has visto a un tipo arreglando un coche clásico, un perro haciendo piruetas, un tutorial de cocina imposible y hasta cómo afilar un cuchillo para cortar un tomate tan fino como un folio. Y claro, llega la gran pregunta: ¿cómo he llegado hasta aquí si solo iba a ver un vídeo de mi sobrino?



La respuesta está en una palabra: algoritmos.Pequeños programas que saben más de nosotros que nosotros mismos. Están en todas partes: en redes sociales como Instagram, TikTok o X (antes Twitter), en servicios de streaming como Netflix, Disney+ o Prime Video… y también en un montón de aplicaciones “serias” como las de predicción meteorológica, navegación aérea o detección de fraudes bancarios.



👉 Pero ojo, en este episodio del podcast me centro en los malos algoritmos, esos que no buscan ayudarte, sino atraparte.



🔹 Qué es un algoritmo (explicado fácil)



Técnicamente, un algoritmo es un conjunto de pasos que se siguen para resolver un problema o alcanzar un objetivo. En informática, suelen escribirse en lenguajes como Python y se alimentan de datos de entrada para darte un resultado de salida.Si lo quieres más claro: un algoritmo es como una receta. Tú pones los ingredientes, él sigue los pasos, y al final te devuelve un plato. Eso sí, en vez de tortilla de patatas, a veces lo que te devuelve son 20 vídeos de gatitos bailando… y una hora menos de tu vida.



🔹 Cómo nos atrapan



Las redes sociales y las plataformas de streaming utilizan sus algoritmos para analizar absolutamente todo:




Qué vídeos ves hasta el final.



Cuáles repites o compartes.



Dónde pausas o dónde pasas rápido con el dedo.



Incluso la posición de tu pulgar en la pantalla.




Con toda esa información crean tu perfil invisible y empiezan a lanzarte contenido adaptado a ti. Pero no solo buscan darte lo que te gusta, también juegan con tu cerebro.



La clave está en la dopamina, un neurotransmisor que libera nuestro cerebro cuando algo nos gusta o nos genera placer. Es como el botón de “me gusta” interno: te hace sentir bien y te invita a repetir la acción.Las redes sociales lo saben y lo usan a su favor. Cada “me gusta”, cada scroll, cada vídeo sorpresa está pensado para activar ese mecanismo una y otra vez.




Foto de Austin Distel en Unsplash




Otros trucos habituales son:




Scroll infinito: no hay final, no hay corte natural para detenerte.



Autoplay: el siguiente vídeo se reproduce sin que lo pidas.



Vídeos sorpresa: tras diez vídeos similares, de pronto aparece algo distinto para enganchar tu curiosidad.




🔹 Consecuencias



El resultado ya lo conoces: pierdes la noción del tiempo, te cuesta concentrarte en cosas largas y terminas comparando tu vida con la versión idealizada que muestran los demás.En los adolescentes, el efecto es todavía más fuerte: acostumbrados a estímulos rápidos y constantes, cada vez tienen menos paciencia para todo lo que no sea inmediato.



🔹 ¿Podemos ganarles la partida?



No existe una fórmula mágica, pero sí pequeños trucos que marcan la diferencia:




Desactiva el autoplay.



Limita las notificaciones (menos es más).



Ponte un tiempo máximo diario y respétalo.



Evita entrar de noche: perderás horas de sueño.



Selecciona bien a quién sigues: no todo contenido vale.



Y lo más importante: si entras a ver un vídeo concreto, sal de la app en cuanto lo termines.




Yo mismo reconozco que no siempre sigo mis propios consejos



🎙️ De todo esto hablo en el nuevo episodio de El Código Fuente de la Ysla de los Macníficos. Un capítulo que mezcla anécdotas, ejemplos reales y trucos prácticos para que los algoritmos no sean los que decidan por ti.



Porque una cosa es disfrutar de un rato de vídeos divertidos… y otra muy distinta es dejar que te roben la tarde entera sin darte cuenta.







Imagen de portada: Foto de Mariia Shalabaieva en Unsplash