En este episodio conversamos con Félix Chambi, hijo de productores y tercera generación de una familia cafetalera. Félix recuerda una infancia en la finca marcada por el trabajo duro y la falta de acceso a caminos, electricidad y transporte.Sus primeros pasos en el tueste y la catación transformaron su mirada: el café dejó de ser simplemente sacrificio y se convirtió en una posibilidad de futuro. Tras el fallecimiento de su padre, Félix interrumpió la universidad para asumir responsabilidades familiares y apoyar a su madre y hermanos. Desde entonces participó en proyectos estatales y de ONGs, impartió capacitaciones y acompañó iniciativas para elevar la calidad del café boliviano.Con perseverancia creó su propia tostadora, logró colocar su producto en supermercados y, casi sin planearlo, se involucró en la exportación —descubriendo la complejidad de llevar un grano boliviano al mundo. Hoy (además de ser fundador de Lata 16), dirige dos laboratorios de café, genera empleo y continúa apostando por una industria que cambió su vida y que, afirma, puede transformar la de muchas más personas más.En la conversación, Félix reflexiona sobre la apreciación internacional del café boliviano, los principales retos que enfrenta el país —en especial la necesidad de aumentar la producción— y cierra con un mensaje para las nuevas generaciones: el café es un camino posible, digno y lleno de oportunidades.

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