En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!».

Mendigo

Hola Jesus, hoy me dices de pedir, buscar y llamar, con absoluta confianza en que el Padre me lo dará todo. Y... ¿no es así como Tú vives? Abandonado, confiado plenamente en que nuestro Padre se hará cargo de todo.
Que Libertad con la que Tú vives Jesús, sin dejar que el agobio o la ansiedad te dominen, sabiendo que Tu Padre te sostiene en todo momento, en un continuo y perfecto acto de Fe, sin saber, sin ver, sin sentir, creyendo. Porque sí, eres Dios, perfecta Comunión con el Padre, pero también eres hombre, por eso necesitas vivir en Fe, ¿no? Una Fe en la que buscando en humildad vas encontrando la Voluntad del Padre. Una Fe que te hace libre pues confías en la Bondad del Padre...
Pedid y se os dará... ¿Qué pides Tú Jesús? Que seamos uno como Tu y el Padre sois Uno. Suspirando miras al Cielo para que se abran los oidos de un sordo. Le pides al Padre que nos perdone, cuando los clavos atraviesan Tus Manos... Sí, y también le pides que aparte de ti ese cáliz, pero que sea Su Voluntad, porque sabes que El no te dará una piedra, porque conoces que Su Infinita Bondad puede sacar bien hasta del dolor más grande.
Vives como un niño en brazos de su madre, como mendigo de Dios.

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