Jn 16, 29-33 • Tened valor: yo he vencido al mundo

En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
Les contestó Jesús:
«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

-----------------------

¿Ahora creo? Sí, creo. Quiero repetírtelo con el resto de los discípulos, creo que has salido de Dios, creo que estás con el Padre, creo que eres Dios.

Vale, ¿y ahora qué? Esto no es cualquier cosa, esto no puede quedar así. Como creo, como eres Dios hecho carne, todo lo tuyo es el centro de mi vida, ¡cómo iba a ser de otro modo! Todo lo que has dicho, todo lo que has vivido, todo lo que nos has dejado y lo que me sigues dando.

Pero es que justo después me dices ahora que creo te voy a dejar solo, con el Padre. Sabes lo pequeño que soy, sabes que me voy a mirar a mi y que a pesar de creer te puedo dar la espalda, ¿habiendo visto y creído voy a volver mi vista hacia mí? Antes de que cante el gallo…
Gracias, Jesús, por explicármelo, gracias por avisarme que si no estoy contigo, que si te dejo solo, me estoy quedando solo yo, pero en realidad siempre estás ahí para que vuelva a mirarte. Me avisas para que tenga paz, que sepa volver a ti. Gracias por tus ánimos, tú has vencido al mundo. Contigo entonces, ¡sí puedo!

Hoy además es un día especial, es uno de los días de nuestra Madre, que nos diste justo en ese momento en el que vencías al mundo. Quiero repetir con los pastocillos de Fátima la oración que les enseñó el Ángel: ¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman!

Ver todos los episodios