Nino trae un recuerdo de su infancia para raspar con lija del 16 las corneas y el encefalograma de Ioseba, nos referimos a ese crossover de dibujos animados con el fin de concienciar a los jóvenes de lo nocivas que son las drogas, y no nos queda claro si tras su visionado el programa ejerció de bromuro a la generación de los noventa, pues
genera tanta bajona que te quita cualquier gana de salir a comprar drogas, o si por el contrario verlo fue el desencadenante de necesitar huir de un mundo tan puritano que dio lugar a la Ruta del Bakalao.

Una alineación de dibujos animados que trataran de sacar a un chaval de su fuerte
adicción a fumar porros que le está convirtiendo en un zombi y que no se extrañe de ver dibujos animados hablándole. Va tan flipao que cree poder conseguir crack por diez pavos…a todo esto, vuestros locutores favoritos hablan de cosas interesantes como no ayudar a nadie que no te lo pida…¡Es de mala educación! Y así como quien no quiere la cosa citan el crack anal y consumir vodka por el ojo.

Salones recreativos como antros de perdiciones, lo que el Ministro Yrion pudiera decir, amigos que te roban la cartera, un padre que busca desviar la atención sobre un posible alcoholismo culpando a otro de que sus cervezas desaparecen, y de postre un extraño repaso a los dibujos animados que vendrían a salvar de las drogas a Ioseba y Nino.

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