En “Un café… sin azúcar”, sabemos que hay canciones para decir “Te amo”, sin decirlo precisamente, una canción, con las palabras exactas, esa es la mejor solución para no agobiarnos en ideas que ni siquiera nosotros tenemos claras.
Porque el amor es eso, la menor claridad de nuestros pensamientos e ideas en un momento en el que todo es emoción absoluta, emoción que desborda para convertirse en los pensamientos más contradictorios.
Los que tienen ese tiempo para hacer los versos más hermosos, se encargan de traer el amor a la realidad, a un mundo mortal y logran aterrizarlo como nadie más. Cuando escuchamos las rimas perfectas que crean un ritmo inigualable, nos damos cuenta que no somos capaces de mejorar esas composiciones y nos valemos de ellos para decirle a nuestro amado lo hermoso que es estar junto a él y sentirnos infinitos por un instante.

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