Nos hemos vuelto tan sofisticados en nuestra fe, que venimos a la reunión bein vestidos, bien planchados, e intentamos no levantar tanto las manos en la alabanza
No sea que se nos vaya a arrugar la camisa, o se corra un poco de rímel, o que alguien note que estamos demasiado emocionados.
Y si llega un momento donde la prescencia de Dios nos visita hay siempre uno que saca el celular y empieza hacer un insta live, viviendo su experiencia viviendo detrás de una pantalla mientras se esta perdiendo a Dios que esta ahí en la sala.
Me he dado cuanta de algo en la vida espiritual, lo mas difícil no es diferenciar entre lo bueno de lo malo, lo mas difícil es diferenciar lo bueno de lo mejor.

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